El 2017 se alcanzó la mágica cifra de 50 millones de euros de importación, y el 2018 dejó este número muy atrás al llegar a los 65 millones, una clara señal de que el mercado está bien despierto y está dispuesto a buscar el producto que mejor se adapte a ...
El 2017 se alcanzó la mágica cifra de 50 millones de euros de importación, y el 2018 dejó este número muy atrás al llegar a los 65 millones, una clara señal de que el mercado está bien despierto y está dispuesto a buscar el producto que mejor se adapte a sus necesidades, venga de donde venga. Se construyen más viviendas, se reforman más viviendas, se venden y se compran más viviendas. Y los compradores son cada vez más exigentes y están mejor informados que nunca. Además, en muchos casos, necesitan solamente unos cuantos clicks para encontrar ayuda en la búsqueda de un mueble de cocina perfecto. El balón está en el tejado de los fabricantes de mueble de cocina españoles, que deben dar una respuesta rápida y eficaz a esta demanda. El 2018 fue un buen año para los importadores, pero no podemos olvidar que las empresas del país también siguieron el ritmo acelerado de las ventas.
En el buen camino
Así, la producción de este producto creció en un 8,3%, hasta los 688 millones de euros. Afortunadamente, el sector nos ha acostumbrado en los últimos años a estas buenas cifras; recordemos que en 2014 se produjo mueble de cocina por valor de 529 millones de euros, y desde entonces no ha habido ejercicio en el que la cifra no haya aumentado. Por todo ello, el 2018 no puede ser tildado de un mal año; aunque quizás dejase un cierto regusto amargo por no haber aprovechado al 100 por 100 las oportunidades que el mercado ofrecía.
Tranquilidad y sentido común
Y es que este mercado tan apetecible que atrajo a los importadores creció en prácticamente un 11%, de los 561 millones de euros facturados en 2017 hasta 622 millones. Un momento clave, sin duda.