A pesar de la aparente tendencia social al individualismo al que el tipo de vida, trabajo y tecnología parecen abocaros, el ser humano no es capaz (¡y menos mal!) de vivir en soledad. La cocina se erige como el lugar más importante para este nuevo encuentro: el lugar donde se ...
A pesar de la aparente tendencia social al individualismo al que el tipo de vida, trabajo y tecnología parecen abocaros, el ser humano no es capaz (¡y menos mal!) de vivir en soledad. La cocina se erige como el lugar más importante para este nuevo encuentro: el lugar donde se comparte la comida, es decir, la vida.
La tendencia de las cocinas integradas en el salón o abiertas ha llegado para quedarse. Y es que se ha convertido en el epicentro de la casa. Los diseños de cocina actuales hacen que el espacio sea cada vez más fluido. Al abrirlas, se aprovecha más el espacio, se distribuyen mejor los espacios. Ya no compramos al día y la frecuencia y el modo en que cocinamos es dispar; varía del fin de semana a entre semana. Esto nos obliga a contar con espacios de almacenaje bien ordenados y preparados para la conservación. La tecnología está más presente que nunca en los electrodomésticos conectados con el móvil que aúna nuestro sistema de vida con la cocina.
La diversidad de materiales nos permite trabajar en la cocina de forma saludable (más ahora que nunca, hemos tomado conciencia con motivo del Covid sobre la importancia de la salud e higiene) y crear un espacio de exquisitos valores estéticos.
FOTO PRINCIPAL.: Saitra.
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