La vivienda se encuentra en Cocentaina, Alicante, y tiene una superficie de 183,71 m2 y conceptos inicialmente tan abstractos como transparencia, hormigón, pureza, agua, salvaje, vegetal, entre otros, supusieron el punto de partida de este proyecto residencial. Lo primero que tuvieron que plantearse fue un complejo emplazamiento con un acusado desnivel, ...
La vivienda se encuentra en Cocentaina, Alicante, y tiene una superficie de 183,71 m2 y conceptos inicialmente tan abstractos como transparencia, hormigón, pureza, agua, salvaje, vegetal, entre otros, supusieron el punto de partida de este proyecto residencial.
Lo primero que tuvieron que plantearse fue un complejo emplazamiento con un acusado desnivel, que suponía también la ventaja de unas privilegiadas vistas hacia el Parque natural del Carrascal de la Fuente Roja, hasta ahí la parrilla de salida.
La presencia de edificaciones preexistentes en las parcelas vecinas, y con ellas el riesgo de ver mermado el potencial de las vistas disponibles desde el emplazamiento, determinaron una de las principales estrategias del proyecto: la creación de una espina dorsal que vertebra el recorrido de acceso hacia la vivienda y permite, con ello, introducir el espacio habitable hasta el mismísimo corazón de la parcela, salvando cualquier obstáculo entre el usuario que lo habita y las vistas lejanas hacia el horizonte.
La espina, construida a base de pliegos en hormigón visto, se concibe casi como un espacio público previo al acceso a la vivienda, donde se suceden una suerte de escenarios más propios de otra escala de orden superior a la doméstica: graderíos, plazas en sombra y miradores.
FOTO PRINCIPAL.: © David Frutos.