"Cuando te dedicas a desarrollar proyectos de interiorismo para otros, es una cosa, pero cuando tienes que hacer el proyecto de tu casa, es otra muy diferente". Raquel González explica que tardó dos años en encontrar una casa que le transmitiera ese alma que estaba buscando, pero, finalmente, lo consiguió. ...
"Cuando te dedicas a desarrollar proyectos de interiorismo para otros, es una cosa, pero cuando tienes que hacer el proyecto de tu casa, es otra muy diferente". Raquel González explica que tardó dos años en encontrar una casa que le transmitiera ese alma que estaba buscando, pero, finalmente, lo consiguió. El piso que la sedujo inmediatamente, de 125 metros cuadrados, está a pocos kilómetros de Bilbao, en una zona residencial muy tranquila, que ofrece mucha luz natural y un pequeño espacio exterior. "El gran reto fue transformar una vivienda de los años 70 perteneciente a una familia numerosa en otra nueva para una sola persona", comenta la interiorista, cuyo estudio lleva su propio nombre.
Enseguida captó las posibilidades que tenía el proyecto y el primer paso fue tirarlo todo abajo, eliminando varias paredes para crear espacios más fluidos y abiertos, pasando de las cuatro habitaciones existentes a dos. Ubicadas en el ala de fachada con sol de mañana, conservó la habitación de invitados donde estaba de origen, junto a su baño propio que también reformó. A continuación de este, la habitación existente es la que, con la reforma integral, se convirtió en el baño de la suite de Raquel González, creándolo desde cero.
El `antes y después´ de esta parte de la vivienda viene determinada a partir de la pared medianera entre ambos baños y que alteró su fisonomía para dar cabida a la nueva distribución de los elementos en uno y otro espacio. El primer paso en el baño de invitados fue optar por una puerta corredera para ganar superficie de uso, y el nuevo lavabo se situó a la derecha, justo enfrente de donde estaba de origen, en un entrante creado a partir de algunos centímetros ganados a la estancia colindante. El resto de este baño de invitados se distribuye con el inodoro a la izquierda y la ducha al fondo, dejando un paso central amplio y despejado.
Fotografía: ©David Montero
Estilismo: Cristina Rodríguez Goitia
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