El mercado del mueble de cocina italiano parece que se ha recuperado tras desplomarse durante la pandemia. En 2021 ya empezó a vislumbrarse algo de luz en los datos después de que se registrase una producción de 1.849 millones de euros. Al año siguiente (2022) esta cifra mejoró todavía más ...
El mercado del mueble de cocina italiano parece que se ha recuperado tras desplomarse durante la pandemia. En 2021 ya empezó a vislumbrarse algo de luz en los datos después de que se registrase una producción de 1.849 millones de euros. Al año siguiente (2022) esta cifra mejoró todavía más sus resultados al incrementarse un 8% y obtener 148 millones más que en 2021, llegando hasta los 1.997 millones. En lo que respecta a las importaciones ocurre algo similar, ya que han aumentado casi un 7%, pasando de los 43 a los 46 millones. Y las exportaciones tampoco se quedan atrás después de que el valor se haya situado en los 950 millones de euros, lo que se traduce en un 9% más que el periodo que le precede. A pesar de esta época de bonanza, hay que mirar estos datos con cierta cautela porque no se pueden perder de vista los factores económicos que vienen acechando la economía desde bien avanzado el 2023, dominados por los precios desorbitados de la energía, el alto coste de los materiales y la contracción del gasto en el ámbito del hogar debido a la elevada inflación, que todos ellos unidos hacen que los consumidores se lo piensen dos veces antes de renovar sus cocinas y que los fabricantes busquen nuevas fórmulas para captar su atención y alternativas para lograr ser más respetuosos con su entorno. En este sentido, "las empresas italianas fabricantes de muebles priorizan la inversión en investigación e innovación de productos (Informe de Previsiones del CSIL sobre el sector italiano del mueble, Nov. 2022), aprovechando, entre otras, las oportunidades derivadas de la transición digital y la sostenibilidad", según se ha hecho eco interzum forum Italy en su página web. Asimismo, también informan de que en una encuesta realizada por CSIL (Centro Studi Industria Leggera) se pone de manifiesto que "el componente ecológico ya desempeña un papel importante para la mayoría de los fabricantes italianos de muebles, que están invirtiendo cada vez más en la producción sostenible y el desarrollo de productos respetuosos con el medioambiente. Sin embargo, otros factores también contribuyen a la capacidad de la industria para mantenerse eficiente".
FOTO PRINCIPAL.: Scavolini.
Para leer el artículo completo, haz click en el PDF adjunto.