Indispensables, estéticos, delicados, elegantes, imprescindibles. Así podríamos definir a los herrajes, un accesorio invisible y que apenas acapara la atención, pero que es fundamental para favorecer el buen uso del mobiliario, evitando el efecto rebote en la apertura, colaborando en una mejor accesibilidad interior y prolongando su durabilidad en el ...
Indispensables, estéticos, delicados, elegantes, imprescindibles. Así podríamos definir a los herrajes, un accesorio invisible y que apenas acapara la atención, pero que es fundamental para favorecer el buen uso del mobiliario, evitando el efecto rebote en la apertura, colaborando en una mejor accesibilidad interior y prolongando su durabilidad en el tiempo. Porque lo primero que hacemos cuando entramos al cuarto de baño a buscar algo es abrir el mueble y coger el tirador o la manivela para abrirlo. De ahí que, al necesitar un uso preciso, limpio y sin errores, debido a la cantidad de veces al día que abrimos y cerramos las puertas y los cajones de los armarios del baño, tanto los herrajes como demás elementos tienen que ser de calidad, resistentes y versátiles para ofrecernos la mejor experiencia posible. Y que todo sea de forma suave, silenciosa y amortiguada.
En líneas generales, el mobiliario de los espacios de baño se caracteriza por disponer de uno o más cajones, por combinar las cajoneras con una puerta abatible, por sustituir este sistema por puertas batientes o, simplemente, por añadir estantes descubiertos para guardar los productos de baño e higiene personal. Por todo ello, los herrajes contribuyen a que los muebles queden bien anclados y sujetos a la pared, evitando que se descompensen por el peso o que caigan sobre el pavimento. Otra de las ventajas que ofrecen es la de la extracción total del cajón para poder llegar bien a lo que tenemos guardado en él. Es el caso tanto de los armarios como de determinados modelos de mobiliario que, además de las cajoneras añaden una pequeña puerta: así, los herrajes aparecen en forma de bisagras que ayudan a que una de las partes se mantenga fija, mientras que la otra es móvil para poder ser abierta y cerrada de forma adecuada. Los tiradores se incluyen dentro de esta categoría. Aunque cada vez es más habitual contar con muebles que no incluyen tiradores, por eso del minimalismo y de que menos es más, en el mercado disponemos de un sinfín de variedades y tipos: en forma de pomo, de concha, alargados, esos modelos en los que solo es necesario tirar ligeramente de ellos para que se abra el cajón, vintage, modernos, minimalistas, rústicos...
FOTO PRINCIPAL.: Salice.
Para leer el artículo completo, haz click en el PDF adjunto.