Tres viviendas en hilera, adosadas bajo rasante e independientes sobre rasante, se ubican en Puerto Rey, en el municipio de Vera (Almería). El estudio de arquitectura tresunouno firma este proyecto en el que se ha optimizado el aprovechamiento de la parcela para que las tres casas compartan una zona comunitaria ...
Tres viviendas en hilera, adosadas bajo rasante e independientes sobre rasante, se ubican en Puerto Rey, en el municipio de Vera (Almería). El estudio de arquitectura tresunouno firma este proyecto en el que se ha optimizado el aprovechamiento de la parcela para que las tres casas compartan una zona comunitaria de jardín y piscina, pero que a la vez cuenten con espacios exteriores de carácter privativo.
Al estudiar las condiciones climatológicas de la zona, el estudio de arquitectura madrileño decidió tomar diferentes decisiones a nivel de proyecto que evitasen que fuesen afectadas por las inundaciones habituales que se producen en el entorno y medidas que facilitasen la ventilación cruzada. Por esa razón, se elevó la planta baja de las viviendas hasta el máximo permitido por la normativa y se trabajó la parcela en 3 niveles: una cota de acceso a la parcela, situada al nivel de la calle; un nivel intermedio donde se ubica la piscina, para preservar su privacidad; y un nivel superior, que permite el acceso a la planta baja de las viviendas.
El proyecto sigue el estilo propio de la arquitectura tradicional mediterránea y se integra en un entorno caracterizado por volumetrías sencillas de escala ajustada donde predominan los revocos blancos, las celosías cerámicas y las persianas mallorquinas.
La protección solar pasiva era primordial en este proyecto, por lo que se han incorporado diferentes elementos y soluciones basadas en sistemas tradicionales utilizados siempre en una versión depurada de sí mismos que confieren al conjunto su imagen singular. Así pues, en los huecos de la primera planta, se disponen contraventanas correderas exteriores de lamas, en planta baja se configuran porches mediante toldos correderos de persiana mallorquina, mientras que en la fachada trasera se proyecta una celosía cerámica como cerramiento permeable en el frente de baños. La solución dota de luz y ventilación a esos espacios, pero también asegura la privacidad frente a viviendas colindantes. Este mismo tipo de celosía cerámica se vuelve a repetir en otros paños exteriores para permitir la ventilación.
Tres plantas conectadas por una escalera sinuosa
Cada vivienda cuenta con una superficie útil de 160 m2 distribuidos en 3 plantas, que están conectadas entre sí mediante una escalera liviana de trazado sinuoso que se ha integrado en los espacios abiertos de planta baja y el sótano.
La planta baja, completamente diáfana, cuenta con cocina y salón, donde una gran isla realizada en piedra se convierte en el corazón del espacio. El almacenaje se oculta en un mueble integrado en color azul cobalto que se extiende en el espacio del salón, consiguiendo aunar los diferentes ambientes. El uso de grandes ventanales correderos en este nivel, en las dos fachadas opuestas, abre este espacio interior a una zona exterior a cubierto perfectamente integrado en el jardín, protegido del sol y atemperado gracias a la ventilación cruzada.
En la planta sótano, una gran sala de estar y dos dormitorios, se iluminan de forma natural a través del patio inglés donde se ha diseñado un jardín de cactus, con especies autóctonas de la zona. La luz reverbera en el interior del espacio en el que el un sofá de obra en esquina, de trazado curvo dialoga con la curvatura de la escalera y que, gracias a su dimensión, maximiza la sensación de amplitud.
En planta primera, se ubican 3 dormitorios y 2 baños, articulados en torno a un pequeño vestíbulo con iluminación cenital donde el juego de luces y el color azul vuelven a ser protagonistas. Finalmente, la cubierta transitable se convierte en otra estancia exterior desde donde se disfruta la vista del mar y el atardecer, creando dos zonas diferenciadas: una estancia con un sofá de obra en esquina, y otra alrededor de una mesa alta.
Los espacios exteriores se protegen del sol mediante toldos correderos de color azul que cuelgan de una pérgola. Se trata de una solución diseñada por tresunouno empleando paños de mallorquinas de madera en lugar de tejido, logrando así singulares juegos de luz y sombra que favorecen un mejor comportamiento térmico. A esto se le añade, la plantación de vegetación autóctona con mínimo consumo de agua, que actúan como filtro térmico entre interior y exterior.
Los muebles de obra, realizados en la misma piedra de los solados, se integran con alfombras de fibras naturales, linos y piezas de mobiliario cuidadosamente seleccionadas que aportan calidez y confort, buscando la convivencia de materiales tradicionales con elementos contemporáneos.
Ficha técnica
Emplazamiento: Vera, Almería.
Cliente/Promotor: privado.
Arquitectos: tresunouno (Juan José García-Aranda Pez, José Ignacio Braquehais Conesa, Sara Solé Wert).
Superficie construida: 588 m2.
Superficie útil de cada vivienda: 160 m2.
Colaboradores: Marcos Jiménez, Laura Cuadrillero, Isabel Manso, Inmaculada Gil, Marta Sobaler García, Pilar Canto, Luis Martín (arquitecto técnico), y Alberto Diaz (arquitecto técnico).
Estructura: Jose Alberto Palomino.
Instalaciones: Gdinco.
Dirección de ejecución: Miguel Ángel García-Carnicer.
Constructora: AJCC.
Industriales: Años Luz (iluminación), Azahar Interiores (cocinas), Persiana Barcelona (toldos).
Fotografía: Imagen Subliminal.
Alzado y planta baja. Foto: tresunouno.