No hay más que echar un vistazo a lo que ocurre a nuestro alrededor para comprobar que la situación económica no está en su mejor momento. Lo vemos en el supermercado a la hora de adquirir productos de primera necesidad, como pueden ser el aceite, la leche o el pescado, cuando queremos repostar en la gasolinera o realizar una pequeña reparación en la vivienda y los materiales continúan encarecidos. La Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción (Andimac) hace sus previsiones para este año y pronostica que las reformas en el hogar se desplomarán un 6,2% durante 2023, después de haber venido de un periodo de ascenso (3,2%), según su `Informe Anual 360º del Mercado Español de Materiales de Construcción en Edificación Residencial´. Esto podría tener su significado en que durante los periodos anteriores se produjo una "intensa actividad en la reforma", expone la patronal. Prevé que se reformen 1,7 millones de viviendas y que se inviertan 850 euros de media por hogar. Pero esta situación podría cambiar, ya que considera que a partir de finales de este año y comienzos del que viene se dará impulso a la rehabilitación de inmuebles para mejorar su eficiencia energética a través de los fondos europeos. En este sentido, manifiesta que "España está ante una oportunidad de mejorar de forma clara la calidad del parque edificado en términos de prestaciones. Y para ello es importante que el sector sea capaz de transmitir a los usuarios una visión integral de estas mejoras que, además de reducir los consumos energéticos, mejoran la calidad de vida dentro del hogar".

Sin ir más lejos, la consultora GfK ha publicado recientemente los datos de su informe `Euro Clima de Consumo´ en el que se puede ver como se ha detectado un estancamiento en el consumo en el mes de agosto, que no sólo afecta a España, sino que también a nivel europeo. La incertidumbre económica y las expectativas de ingresos de los hogares impactan de lleno en la previsión de gasto. En este sentido los expertos señalan: "si bien la propensión al gasto en el continente todavía reviste una cierta gravedad, se encuentra dentro de una tendencia de recuperación paulatina, quizás no lo suficientemente potente como para augurar una reactivación del consumo durante el último trimestre del año, momento clave para el cierre de las empresas".

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