Durante mucho tiempo, las cocinas de acero Inox estaban relegadas mayoritariamente a la industria y la gastronomía. Hoy en día, también se utilizan cada vez más en los hogares particulares. Constituyen toda una declaración de diseño que aúna funcionalidad, calidez y elegancia, especialmente en combinación con tonos cálidos y materiales ...
Durante mucho tiempo, las cocinas de acero Inox estaban relegadas mayoritariamente a la industria y la gastronomía. Hoy en día, también se utilizan cada vez más en los hogares particulares. Constituyen toda una declaración de diseño que aúna funcionalidad, calidez y elegancia, especialmente en combinación con tonos cálidos y materiales expresivos. El clásico de grifería Tara Ultra de Dornbracht encaja como un complemento ideal.
Funcional y con un gran diseño
Pulido, cepillado o con pátina: al escenificarlo de forma acertada, el acero Inox crea un ambiente claro y atractivo. Los acabados lisos reflejan la luz y los colores creando suaves efectos de espejo, integrando su entorno de forma magistral. Este material resulta extremadamente versátil a la hora de combinarlo, especialmente en la cocina. Si, por ejemplo, se combina con azulejos o madera, se obtienen contrastes sorprendentes. La piedra natural, como el ónix o el mármol, engalana el estilo, al igual que los elementos sueltos de latón. Los bordes redondeados logran que el look industrial adquiera un aire más suave y desenfadado. Otra ventaja: el acero Inox es higiénico, resistente y fácil de limpiar.
Conjunto armonioso con Tara Ultra
Tara Ultra se integra a la perfección en este tipo de espacios de cocina: la grifería conjuga el diseño de un icono moderno con una funcionalidad profesional, pasando así a formar parte armoniosa de los conjuntos de acero Inox más diversos. La serie se caracteriza por la llamativa palanca rectangular y un elevado y esbelto caño de salida.
Tara Ultra está disponible en las versiones más variadas: desde el clásico monomando, pasando por la grifería Profi y hasta la nueva variante de dos orificios. El clásico de Dornbracht puede obtenerse en un total de once acabados. Entre ellos, desde hace poco, también Latón (Oro 23k), Champagne (Oro 22k) y Cromo cepillado.