Casa Daponte es una vivienda diseñada y construida por el estudio de arquitectura Paco Galiñanes en la localidad de la Illa de Arousa (Pontevedra), un entorno urbano heterogéneo, caracterizado por la mezcla singular de diferentes estilos y tipologías residenciales. La vivienda se ubica una parcela de 192 metros cuadrados, con frente ...
Casa Daponte es una vivienda diseñada y construida por el estudio de arquitectura Paco Galiñanes en la localidad de la Illa de Arousa (Pontevedra), un entorno urbano heterogéneo, caracterizado por la mezcla singular de diferentes estilos y tipologías residenciales.
La vivienda se ubica una parcela de 192 metros cuadrados, con frente a la Avenida da Ponte, arteria principal de la Illa de Arousa, y también a una calle posterior de menor entidad. La diferencia de altura entre los dos viales y la forma irregular del solar han sido dos de las premisas que ha abordado el proyecto.
"La Illa de Arousa es una pequeña población marinera, donde su edificación se concentra en un ámbito muy reducido y los escasos solares vacantes se encuentran sometidos a una gran presión edificatoria. La imagen que se traslada al visitante es bastante caótica desde el punto de vista estético, con un exceso de estímulos arquitectónicos. De ahí que, desde el principio, nos planteáramos crear una vivienda de carácter sobrio capaz de introducir algo de serenidad al conjunto, sin renunciar por ello al máximo aprovechamiento de la parcela", explica el arquitecto Paco Galiñanes.
La fachada principal de la vivienda se compone de un potente zócalo de piedra en planta baja, que actúa de basamento para el volumen superior, el cual, remite en su acabado a los paramentos encalados de la arquitectura popular gallega. De este modo, se combinan el granito silvestre propio de la comarca, en la parte inferior, con el característico revestimiento continuo de las viviendas tradicionales, en la parte superior.
Las ventanas se unificaron mediante celosías metálicas para darles una escala acorde al conjunto del edificio. Dada su orientación sur también se incorporó un brise-soleil que enmarca y protege los huecos, proyectando sombras sobre la fachada y generando dinamismo gracias a la luz. La propia configuración de las celosías permitió la realización de perforaciones para favorecer la iluminación y ventilación natural de las zonas húmedas, sin comprometer la privacidad de las estancias.
En la fachada posterior, un sutil quiebro resuelve la geometría irregular del solar, generando una terraza en planta alta, y un pequeño zaguán en planta baja con doble acceso desde la cocina y la zona de estar al jardín. Esta fachada se organiza de forma similar a la principal, pero a menor escala, dado su carácter íntimo y doméstico.
Para lograr una estética sobria y equilibrada, el estudio de Paco Galiñanes optó por una paleta de colores y materiales reducida. La tonalidad dorada del granito silvestre del zócalo se combinó con el blanco del revestimiento acrílico y el gris azulado de las carpinterías exteriores y celosías metálicas.
En cuanto a la organización interior, la vivienda se adaptó a la diferencia de nivel existente entre los dos viales y a la geometría irregular del solar. La planta baja alberga el garaje y el vestíbulo de acceso, con un pequeño zaguán que sirve de filtro hacia la avenida. La planta primera contiene las estancias principales de la casa, cocina y sala de estar, que se relacionan directamente con el jardín posterior. En la segunda planta se sitúa la zona de noche formada por dos dormitorios y una suite con su propio vestidor y baño independientes. En total, la vivienda comprende 250 metros cuadrados distribuidos en tres plantas, con un jardín posterior de 80 metros cuadrados.
Como es costumbre en sus proyectos de arquitectura, Paco Galiñanes firma también el interiorismo, encargándose del diseño a medida de todo el mobiliario fijo de la vivienda, como espacios de almacenaje, cabeceros, muebles de baños y cocina.
"Mención aparte merece la escalera, ya que en nuestro estudio otorgamos especial atención al diseño de las escaleras y consideramos que su propósito supera la mera conexión de niveles. Son elementos esenciales que infunden carácter y establecen una relación fluida entre los diferentes espacios de la vivienda. Son funcionales, pero sobre todo unifican y dan coherencia al diseño del hogar", comenta el arquitecto. En el caso de la escalera de Casa Daponte, un amplio lucernario se abre sobre ella inundando de luz natural el núcleo de comunicaciones. Además, conforme se asciende, la escalera pierde robustez, ganando en ligereza. El revestimiento macizo de la planta baja contrasta con la celosía permeable de las otras plantas, que favorece el paso de la luz y que impregna toda la vivienda.
Fotografías: Iván Casal.