La interiorista Marta Castellano-Mas se ha encargado de la reforma de esta masía, ubicada en El Maresme (Barcelona), para transformarla en una vivienda familiar muy personal. Con un estilo atemporal, que abraza la estética `raw´, la casa brinda a sus propietarios una atmósfera natural en calma, sumamente acogedora. El estudio de ...
La interiorista Marta Castellano-Mas se ha encargado de la reforma de esta masía, ubicada en El Maresme (Barcelona), para transformarla en una vivienda familiar muy personal. Con un estilo atemporal, que abraza la estética `raw´, la casa brinda a sus propietarios una atmósfera natural en calma, sumamente acogedora.
El estudio de la luz natural, las formas curvas, los acabados en bruto y los materiales nobles, junto con una nueva distribución para zonificar ambientes, son las claves del proyecto, capturado por el fotógrafo Davide Pellegrini, fotógrafo profesional de interiorismo y arquitectura.
Una antigua masía que se convierte en una casa familiar muy actual
La vivienda cuenta con dos plantas, en un total de 160 metros cuadrados. Debido al mal estado de conservación de la masía, la reforma integral requirió una exhaustiva restauración. Se optó por una nueva distribución para adaptarla a las necesidades de una familia con niños. En la planta inferior se ha dispuesto una zona de día abierta, con salón, cocina y comedor, y además dispone de una habitación de juegos, lavadero y baño de cortesía. En la planta superior, la zona de noche suma tres dormitorios (uno de los cuales es una gran suite con zona de baño) y un baño.
Sin perder de vista su esencia, la reforma huye de una reconstrucción literal de lo que se entiende por la tradicional masía catalana para renacer con un estilo más fresco, con un toque industrial, pero sin renunciar a su carácter mediterráneo", explica la interiorista Marta Castellano-Mas.
Para dibujar cierta estética `raw´, Marta Castellano-Mas ha apostado por desnudar algunas paredes de ladrillo y dejar a la vista los techos, texturas e imperfecciones que crean sensación de autenticidad. También se ha apoyado en una paleta de materiales que va desde el microcemento en el suelo, hasta los materiales nobles para el contenido, como el hierro, la madera de roble, la cerámica artesanal, el mármol, entre otros.
La zona de día abierta organiza la vida familiar:
Con sus formas curvas bicolor subrayadas en negro, el techo de la planta inferior -construido totalmente nuevo con bovedilla cerámica- aporta carácter y movimiento a la zona de día.
La distribución abierta de esta zona se ha estudiado minuciosamente, para organizar la vida familiar de la manera más cómoda posible. Con salida al exterior de la vivienda, cocina, comedor y salón quedan abiertos, lo que facilita la circulación entre los espacios y maximiza el aporte de luz natural.
En la cocina, las paredes de ladrillo visto contrastan con el mobiliario en blanco -con tiradores en negro- y también con una vitrina superior en hierro negro. Toda la cocina ha sido diseñada a medida por Marta Castellano-Mas, con muebles de roble macizo, raspados y lacados, que dejan entrever toda la textura de la madera.
Las escaleras de hierro negro y madera, que conectan una planta con otra, son visualmente ligeras y contribuyen también a generar contraste en esta zona.
La gran isla es el corazón de la cocina y ofrece a sus propietarios, por un lado, una cómoda zona de cocción y almacenamiento y, por el otro, una barra que está provista de taburetes altos, ideales para desayunos o cenas informales.
Justo delante, el comedor es un espacio cálido y acogedor, gracias a la generosa luminosidad que entra por los ventanales. Se ha equipado con una mesa y un banco de madera de pino recuperado, diseñados por Marta Castellano-Mas, y con una lámpara de fibras naturales despeinadas que cuelga sobre la mesa.
En equilibrio con la paleta de materiales y tonalidades de la cocina y el comedor, el salón es de una sencillez impoluta. Cuenta con pocos y escogidos elementos: un sofá tapizado con fibras naturales en tonos crudos y algunos elementos que contrastan en negro, como la chimenea, una mesita redonda y una lámpara de lectura.
Como muestra de la autenticidad y contundencia del proyecto, en todas las estancias de la casa se intercalan las paredes en blanco impoluto junto a otras que muestran el ladrillo desnudo.
Zona de noche en equilibrio
La coherencia al más puro estilo `raw´ continua en la planta superior, que aguarda la zona más privada de la casa, con sus distintos dormitorios.
La suite principal, muy luminosa, resuelve sobradamente las necesidades de almacenamiento con armarios en prácticamente todo su perímetro. Estos armarios, diseñados a medida por Marta Castellano-Mas, están realizados en palillería de pino y rafia natural pintada. La cama queda en el centro del espacio, gracias a un murete divisor que hace las veces de cabecero. Este recurso aporta privacidad y sensación de vestidor en la parte trasera.
Las formas orgánicas, como las de los troncos de madera maciza que sirven de mesitas de noche, aportan calidez y movimiento. Los tejidos naturales: telas de fibras naturales que visten cortinas y ropa de cama, lámparas colgantes y una gran alfombra bajo la cama.
Las generosas dimensiones de esta suite han permitido ubicar un gran mueble bajo, en madera natural, que rompe la hegemonía del blanco. Este mueble tiene una utilidad polivalente, ya que puede utilizarse como mesa de despacho.
Baño en blanco impoluto, madera y detalles en negro
Otra zona a destacar es el gran baño de la suite. En este espacio de nuevo se apuesta por la armonía del blanco impoluto y se contrasta con madera natural y elementos en negro. Está formado por un área de relax abierta, con una gran bañera exenta y, tras ella, una ducha, cuya mampara a media altura con cuarterones negros permite pasar la luz natural. El lavamanos, realizado en mármol de Macael, descansa sobre un mueble de madera natural, todo diseñado a medida por Marta Castellano-Mas.
Belleza desnuda que asoma tímidamente
Esta casa diseñada por Marta Castellano-Mas, antigua masía, renace transformada para ofrecer a sus propietarios una nueva vida, acogedora y cálida. La belleza desnuda de sus paredes asoma tímidamente para mostrar su esencia y se encuentra con un remanso de calma e intimidad.
Su interiorismo natural y atemporal, huye del ruido visual y no da concesiones a lo superfluo, para apostar por el confort y la funcionalidad.