El respeto por el planeta es el valor que siempre ha guiado cada elección de la empresa véneta Lapitec, incluso antes de su fundación en 1989. En la base de los más de 20 años de investigación y pruebas que la llevaron a desarrollar el material homónimo para la arquitectura y el diseño de interiores, estaba, de hecho, desde el principio, la idea de crear una superficie que pudiera combinar estética, rendimiento y, sobre todo, ecología.

De ahí las características únicas de este material conocido como "piedra sinterizada" (el único reconocido por la Comisión Europea), producido mediante una mezcla de minerales naturales, primero fundidos a más de 1.500°C, luego sometidos a una tecnología patentada de vibrocompresión al vacío y finalmente consolidados por sinterización. Una composición 100% natural, en la que no se utilizan aceites pesados, resinas, impresiones digitales ni otros derivados del petróleo. 

El resultado es una superficie de cuerpo entero, idéntica en cada punto de su espesor, sin poros, ultrarresistente y totalmente reciclable. La ausencia de componentes químicos permite descomponer el material al final de su vida útil en sus ingredientes y transformarlo en nuevas losas en un proceso totalmente reversible. Además, como todas las materias primas utilizadas no son tóxicas y no sufre ningún cambio en su estado físico, Lapitec no produce gases ni emite compuestos orgánicos volátiles (COV) peligrosos, como atestiguan los certificados Greenguard y Greenguard Gold.

Un material seguro para el medio ambiente, así como para la salud de los trabajadores: gracias a su fórmula especial, Lapitec no contiene sílice cristalina y previene el riesgo de silicosis, una enfermedad pulmonar causada por la inhalación de esta sustancia durante las fases de elaboración.

Una producción responsable
Además de sus características estructurales, Lapitec también es virtuoso en su proceso de producción y fabricación. De hecho, su fórmula cumple los criterios de sostenibilidad promovidos en los protocolos medioambientales más autorizados, como BREEAM y LEED, y va acompañada de la Environmental Product Dec-laration (EPD), que evalúa todo el ciclo de vida de los materiales con especial atención al uso de los recursos y las emisiones.  

Además, las características de sostenibilidad del material se combinan con la gestión responsable de la planta de producción.

La empresa está equipada con una planta de paneles fotovoltaicos de 18.000 m2 y sistemas de cogeneración y gestión de envases de plástico. Todo ello garantiza una reducción del consumo energético y de las emisiones de CO₂. Por su parte, el uso de modernos hornos de alta eficiencia permite contener el consumo de gas y reciclar totalmente el agua utilizada durante el proceso de producción.