El estudio de interiorismo Laura Martínez ha transformado una vivienda pareada de nueva construcción, ubicada muy cerca de Barcelona. Se trata de una casa de tres plantas, con aproximadamente 200 m2 + 100 m2 de terrazas, donde se ha llevado a cabo una reforma de estilo contemporáneo, planteada con el objetivo de mejorar la calidad de vida de sus propietarios, mediante espacios que aportan mayor funcionalidad y calidez.

Por un lado, la renovación completa de la planta principal ha tenido por objetivo corregir una distribución de origen muy segmentada, que la hacía poco funcional y excesivamente oscura. Por otro lado, la intervención en el resto de estancias -terraza, dormitorios, baños, despacho, lavadero…- ha respetado la arquitectura interior original. En conjunto, todo se ha diseñado en coherencia estética, de tal modo que se ha creado una fuerte sensación de continuidad y armonía en toda la vivienda.

La atmósfera relajante y agradable, que se respira cada estancia, se nutre de un lenguaje visual unificado gracias a una paleta de colores suaves, con predominio del mobiliario a medida en blanco y madera.

Nueva distribución para una zona de día abierta y luminosa
El proyecto de interiorismo de la zona de día parte de una nueva distribución diáfana que ha conseguido mayor sensación de amplitud y que la luz natural fluya sin obstáculos. Se han abierto las zonas de recibidor, cocina, comedor y salón, mediante la eliminación de tabiques y de un largo pasillo oscuro que dividía espacios.

El estudio de Laura Martínez también ha realizado un cuidadoso estudio lumínico, con el que se aporta luz estratégicamente en las zonas de paso y se destacan los elementos clave, como la gran isla de cocina o la mesa del comedor.

Cocina con isla de inspiración californiana
La cocina, cómoda y elegante, se ha convertido en el corazón del hogar. En las paredes se ha optado por un discreto mobiliario lacado en blanco, con uñeros integrados, combinado con estanterías de madera, idénticas a las del salón. Se complementa con encimeras de Silestone de vetas sutiles y detalles en grifería y lámparas en oro cepillado. 

En esta zona la gran protagonista es la isla de madera maciza de castaño, de inspiración californiana. Esta isla cuenta con estanterías abiertas en los laterales y se complementa con taburetes altos de madera y fibras naturales, que añaden un toque cálido y acogedor. Sobre ella destacan tres lámparas suspendidas en un acabado oro cepillado.

Mobiliario a medida: funcionalidad y exclusividad
El diseño y fabricación de mobiliario a medida es una de las claves del proyecto de reforma que ha permitido cohesionar el estilo y optimizar al máximo el espacio. 

Para el área de recibidor, Laura Martínez ha diseñado un mueble con gran espacio de almacenamiento, que oculta el cuadro eléctrico y las telecomunicaciones, a la vez que ofrece un espejo y un cómodo banco para descalzarse al llegar. 

El diseño a medida también está presente en la zona de lectura, un amplio despacho con librería y el lavadero, donde cada rincón ha sido aprovechado para ganar almacenamiento y funcionalidad sin sacrificar el estilo de la vivienda.

Salón y comedor en perfecta armonía
El comedor se integra de manera equilibrada, entre la cocina y el salón. Está formado por una gran mesa rectangular, de madera de roble, para seis comensales que queda coronada por una lámpara suspendida, de globos blancos y estructura ligera metálica en acabado oro cepillado. Un espejo con marco de madera potencia la luz y la profundidad de la estancia. 

En la zona del salón, frente al gran ventanal que da a la terraza con piscina, predomina la armonía visual gracias al diseño de varios elementos a medida.

Para hacer el salón más acogedor y cálido se ha apostado por una chimenea: Laura Martínez ha diseñado una estructura de pladur a medida, una solución que permite alojar en la parte inferior la chimenea de gas y que, además, integra el televisor en la parte superior. La perfecta simetría de esta composición se refuerza con dos columnas idénticas a lado y lado, formadas por estanterías de madera y un pequeño compartimento de almacenamiento de objeto en la parte baja. 

El conjunto se completa con dos confortables sofás, tapizados en tela gris, dispuestos en forma de L, así como una mesa con estructura de hierro y sobre de madera de roble que descansa sobre una gran alfombra.

Mejora de los baños en suite
La intervención en los baños en suite se ha hecho respetando los materiales originales para optimizar costes, pero con una mejora en los acabados. De este modo, se han diseñado muebles a medida, ya que ofrecen mayor capacidad de almacenamiento y estilo. Los espejos XL y los platos de ducha blancos reemplazaron a los antiguos beige, para sumar sensación de frescura y modernidad.

Más armonía también en la terraza
El equilibrio visual también predomina en la terraza, donde se contrasta el pavimento gris -también utilizado para el revestimiento interior de la piscina- con el verde del césped artificial. 

Para optimizar el espacio del comedor exterior se han combinado sillas con un banco en forma de L, realizado a medida, aprovechando los escalones. Un toldo en una tonalidad gris genera sombra en los días más cálidos. Las vallas de tarima sintética, material que también se ha utilizado para revestir la mesa de comedor y los bancos, aportan privacidad sin perder estilo.

Un hogar cálido y funcional
Este proyecto, realizado por la diseñadora de interiores Laura Martínez, destaca no solo por la calidad de los acabados y la nueva distribución abierta, sino por cómo cada detalle ha sido cuidadosamente pensado para crear un hogar cálido, funcional y exclusivo. Desde el diseño a medida hasta la armonía entre los materiales, cada rincón de esta vivienda refleja la personalidad y estilo de sus propietarios, que encuentran en su casa un lugar único donde vivir.

Con la eliminación de barreras visuales, optimización de la iluminación y la creación de una paleta de colores cálidos se ha logrado un ambiente más acogedor y luminoso, que favorece la relajación y el equilibrio emocional de quienes la habitan.

Imágenes: Yael Vallés