La cocina se abre paso y se conecta con los espacios colindantes, ya sea un salón, un comedor, una terraza o un jardín. Los grandes ventanales dejan entrar los rayos de luz que invaden cada rincón de la estancia, en los que la iluminación artificial hace lo suyo dirigiendo los ...
La cocina se abre paso y se conecta con los espacios colindantes, ya sea un salón, un comedor, una terraza o un jardín. Los grandes ventanales dejan entrar los rayos de luz que invaden cada rincón de la estancia, en los que la iluminación artificial hace lo suyo dirigiendo los puntos lumínicos desde el techo hacia el lugar de trabajo. Estos arrancan también desde los estantes, vitrinas, zócalos, se instalan bajo la encimera para embellecer el mobiliario o están bajo cubierto en el interior de los cajones, que además de contribuir a dar visibilidad se entremezclan con el resto de elementos decorativos que están presentes en la instalación. Estas características son comunes en los proyectos de cocina actuales, en los que se busca que el consumidor se sienta cómodo, desenvolviéndose con total libertad en un escenario que conoce a la perfección, en el que pueda tener el control de las piezas de menaje, útiles y demás recipientes, utensilios y pequeños electrodomésticos, y saber en todo momento el lugar en el que se encuentran. Todo está organizado y clasificado a la perfección esperando a ser usado. La limpieza visual es una parte importante, pues no solo afecta a la parte visible y al diseño del mobiliario, sino a lo que permanece escondido a primera vista. La conexión con el exterior y el poder estar al tanto de la actividad que surge en el interior de la vivienda desde una posición privilegiada como es la zona de cocción es algo indiscutible.
La isla es el centro de operaciones, desde ella se prepara la comida, se cocina y se presenta y se sirve como en un restaurante de autor, donde un gran chef lleva la batuta y el resto de ayudantes trabajan a su merced. La encimera es el punto neurálgico de la actividad culinaria y, como tal, actúa como nexo entre el cocinero y el comensal. Este puede participar en la elaboración del plato, entablar conversación con el que está al otro lado y visualizar el proceso de preparación del producto porque el diseño de los muebles así lo permite. De este modo, en la superficie de trabajo puede sobresalir en una de sus esquinas laterales una mesa redondeada o rectangular pensada para que los convivientes degusten el producto. Incluso hay modelos diseñados para que la pieza cerámica sea algo más extensa en anchura y longitud para albergar unos taburetes en el frente y tener así un espacio extra en el que colocar el cubierto.
FOTO PRINCIPAL.: Rotpunkt Küchen.
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