Recién estrenado el último trimestre de 2024, el mensaje principal al analizar las perspectivas de crecimiento económico en España, según las previsiones de BBVA Research publicadas a principios de octubre, es que serán mejores de lo esperado en un principio. Así pues, el crecimiento del PIB se revisa cuatro décimas al ...
Recién estrenado el último trimestre de 2024, el mensaje principal al analizar las perspectivas de crecimiento económico en España, según las previsiones de
BBVA Research publicadas a principios de octubre, es que serán mejores de lo esperado en un principio. Así pues, el crecimiento del PIB se revisa cuatro décimas al alza en lo que queda de año, hasta un 2,9 %, y tres décimas en 2025, hasta alcanzar el 2,4 %. Esto se refleja de revisiones estadísticas de los datos históricos, una evolución reciente más positiva de lo esperado, y mejoras en la estimación de las contribuciones de la demanda externa e interna al crecimiento.
¿Qué razones han impulsado esta mejora? De acuerdo con el mismo análisis de los economistas de BBVA Research, la buena evolución de la economía descansa en las mejoras de competitividad (especialmente en servicios), en el incremento de la fuerza laboral (sobre todo inmigrante, dado que las personas provenientes del extranjero explican un 90 % del incremento de la población activa desde 2021), y una política fiscal que, todavía, sigue apoyando a la demanda interna. Todo esto mientras el crecimiento mundial se modera. Por un lado, en Estados Unidos mejoran las previsiones por los datos recientes, pero se prevé una ralentización. En la eurozona, las proyecciones no varían. Y, en China, si bien los recientes estímulos apoyarán el crecimiento, no evitarán una desaceleración estructural.
Con todo, de cara al futuro no se debe cantar victoria tan rápido, pues se espera una desaceleración conforme la contribución de la demanda externa se vuelva negativa, dada la limitación de la expansión de las exportaciones de servicios turísticos y la transición hacia un modelo de crecimiento con mayor gasto en bienes importados. Además, la economía enfrenta retos estructurales como los cuellos de botella en algunos sectores exportadores, las causas tras el aumento del ahorro de los hogares, el bajo nivel de inversión y productividad, en particular en vivienda, el envejecimiento, la escasez de cierto tipo de capital humano, y el ajuste fiscal en los próximos años.
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