Ubicada a las afueras de Madrid, esta vivienda se aleja del bullicio urbano para abrazar la comodidad y la amplitud. Su estilo nórdico moderno y alegre está inspirado en Noruega, país donde residió la familia que ahora la habita, de ahí su nombre: Boreal. Diseñada como respuesta a las necesidades ...
Ubicada a las afueras de Madrid, esta vivienda se aleja del bullicio urbano para abrazar la comodidad y la amplitud. Su estilo nórdico moderno y alegre está inspirado en Noruega, país donde residió la familia que ahora la habita, de ahí su nombre: Boreal. Diseñada como respuesta a las necesidades de una joven familia que busca tranquilidad sin renunciar a la sofisticación, Boreal combina diseño y calidez en perfecta armonía.
El espacio como protagonista
En Boreal, la zona social es el corazón del hogar. La intervención principal del proyecto consistió en abrir la cocina, el salón y el comedor, creando un espacio continuo de más de 70 m2. Esta configuración favorece la convivencia y permite disfrutar momentos compartidos, además de ampliar las perspectivas visuales y funcionales. La atmósfera luminosa y abierta que se logró, equilibra modernidad con un toque acogedor, fomentando la interacción familiar sin sacrificar la comodidad.
Líneas rectas, colores cálidos y detalles en negro
El diseño destaca por su sencillez y elegancia. Las líneas rectas transmiten orden y serenidad, mientras que los tonos como el blanco y terracota aportan calidez. Mientras que los detalles en negro en accesorios estratégicos crean contrastes sofisticados que enriquecen la estética general. Cada rincón ha sido diseñado para maximizar la entrada de luz natural, transformando cada espacio en un entorno luminoso y acogedor.
El equilibrio entre lo clásico y lo moderno se aprecia en elementos como la tarima en espiga, los pilares de hormigón vistos y los radiadores altos de antracita. Esta combinación no solo realza la estética, sino que también aporta funcionalidad, creando un diseño atemporal que se adapta a las necesidades de la familia.
Puertas altas, terrazo y detalles arquitectónicos atemporales
Para contrarrestar la altura relativamente baja de los techos, se diseñaron puertas de roble de suelo a techo, un recurso que amplía visualmente los espacios y genera una sensación de grandeza. Este enfoque, combinado con superficies como la tarima en espiga y los acabados en antracita, logra un equilibrio visual entre amplitud y calidez.
El recibidor destaca por su banco-armario multifuncional, una pieza que combina almacenamiento con un asiento central y que, al integrarse con el panelado de las paredes, se convierte en un elemento escultórico. Esta solución refleja el concepto de atelier arquitectura de Estudio Ibarra, transforma elementos funcionales en experiencias sensoriales.
El separador metálico del salón es otro ejemplo de esta filosofía. Además de dividir sutilmente los ambientes, permite el flujo de luz y actúa como una superficie práctica para colocar objetos cotidianos, todo mientras preserva la continuidad visual de los espacios.
Un diseño que evoluciona con la vida
La filosofía de Estudio Ibarra, centrada en ser un atelier de arquitectura, transforma el diseño en una extensión de la vida cotidiana. Cada detalle en Boreal, desde las puertas ocultas hasta el mobiliario funcional, está pensado para enriquecer la experiencia diaria de sus habitantes. Este enfoque no solo maximiza la funcionalidad, sino que también convierte el diseño en un vehículo para expresar la personalidad de quienes lo habitan.
Boreal es mucho más que una vivienda; es un refugio diseñado para ofrecer paz, comodidad y estilo sin concesiones. La perfecta integración de modernidad y tradición, luz y funcionalidad, lo convierten en un espacio único que redefine el concepto de hogar. Una vez más, Estudio Ibarra demuestra cómo el diseño puede transformar no solo un espacio físico, sino también la forma en que vivimos y disfrutamos de nuestros entornos.