La economía española sigue creciendo a un ritmo sostenido, superando ampliamente la media europea y con los indicadores mostrando fortaleza. Tanto es así que el semanario británico The Economist la situó, a finales de diciembre del año recién terminado, en el puesto número uno de su clasificación de las 37 economías de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) tras analizar la evolución experimentada a partir de cinco indicadores macroeconómicos y financieros: el Producto Interior Bruto (PIB), la inflación, el desempleo, el déficit público y el desempeño bursátil.

Conclusiones en consonancia con la de otros agentes e instituciones expertos en la materia. La Cámara de Comercio de España, a falta de los datos del último trimestre, elevó sus previsiones de crecimiento hasta el 3,1 % en 2024, siete décimas por encima de sus previsiones anteriores realizadas en julio (2,4 %). Además, de cara a 2025, aumenta una décima su previsión de incremento del PIB, hasta el 2,1 %. Si los analistas revisaron al alza los pronósticos, también lo hizo el propio Gobierno. Al presentar la última actualización hasta la fecha del escenario macroeconómico y las previsiones hasta el año 2026, el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, mencionó las "buenas noticias económicas" que tenía para dar. Grosso modo, las nuevas previsiones del Ejecutivo elevan tres décimas la previsión de crecimiento para el año 2024, hasta el 2,7%. En 2025 y 2026, la economía se incrementará en un 2,4 % y 2,2 %, respectivamente, dos décimas más de lo estimado hasta ahora.

Respecto al último ejercicio, el ministro de Economía explicó que el principal cambio es la mayor aportación al crecimiento por parte del sector exterior gracias a las exportaciones de servicios turísticos y no turísticos. En cuanto a los años 2025 y 2026, el crecimiento se va a sustentar principalmente en el consumo privado y la inversión, con especial relevancia del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y la expectativa de inversiones en la construcción, de la mano de las políticas de recuperación de la oferta de vivienda y, en particular, de las actuaciones de alquiler asequible previstas para los dos próximos años, según Cuerpo.

En resumidas cuentas, España liderará el crecimiento entre las grandes economías europeas. Además, los ocupados superarán los 22 millones y los hogares ganarán poder adquisitivo.

Ante estos datos, el escenario parece esperanzador, al menos en el global de la economía española ¿Ocurre lo mismo con las economías regionales? Para dar respuesta a esta pregunta analizaremos la evolución del crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) en las autonomías de Cataluña, las Islas Baleares y la Comunidad Valenciana.

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