Las oficinas son un entorno de trabajo perfecto para unificar a los trabajadores y conseguir que haya una comunicación más fluida en el trabajo. Sin embargo, esto también genera un gasto mayor de energía, ya que en este tipo de edificios se congregan decenas o cientos de personas haciendo uso de ordenadores, iluminación y todo tipo de gasto energético. Según un informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), alrededor de un 50% de la energía que se consume en el sector servicio proviene de oficinas. Con ello, hay diversos consejos que se pueden seguir para ahorrar este gasto.

Eficiencia energética en empresas

Contar con un plan de ahorro energético en una empresa es esencial para tener un desarrollo de energía basado en un plan específico. Por lo tanto, el modo de utilizar esa energía puede ser vital para que el consumo sea más eficiente, pudiendo economizar esfuerzos y áreas en las que no se está realizando un buen uso de la misma. De este modo, utilizar la iluminación natural durante el día o mantener las luces apagadas en secciones de la oficina que no se estén utilizando, pueden ser algunas medidas básicas para comenzar a realizar ese ahorro energético.

Equipamiento e instalaciones de calidad

Disponer de un buen equipamiento y unas instalaciones de calidad puede ser uno de los aspectos determinantes para que el consumo energético no se dispare. De este modo, contar con sensores de movimiento y temporizadores u ordenadores de bajo consumo eléctrico pueden ser opciones interesantes para alcanzar este propósito.

En este sentido, los materiales que se utilicen en la oficina también deben adaptarse a las necesidades de los empleados para apostar por su comodidad, como los escritorios elevables que consiguen una mejor postura y reducen los niveles de estrés, algo que puede ayudar a generar un entorno en el que no se descargue tanta energía que pueda generar la necesidad del uso de la calefacción u otros sistemas energéticos.

Iluminación eficiente

La iluminación es uno de los puntos más importantes en este aspecto, por lo que el uso de luces LED es una de las medidas óptimas que se están adoptando en oficinas de todo el mundo para conseguir reducir el consumo energético. Este tipo de iluminación consume un 80% menos de energía sin renunciar a una luz potente, algo que puede ser necesario en entornos de trabajo que tengan salas de grabación o similares. Además, también ofrecen una vida útil más larga, con lo que el beneficio es aún mayor.

Control de temperatura inteligente

Por último, pero no menos importante, el control de temperatura también es un aspecto a tener en cuenta, ya que su consumo se puede disparar en los meses de mayor frío y calor dentro de una oficina. Por ello, la instalación de paneles solares, utilizar aislamiento térmico en las ventanas o sistemas de ventilación mecánica controlada también son elementos que están ayudando a encontrar un mejor equilibrio energético con mayor eficiencia.

Con todas estas medidas se puede conseguir reducir notablemente el consumo energético en una oficina, de modo que se apueste por la tranquilidad y la comodidad de todos los miembros de la empresa y apostar por energía sostenible y sin un gasto sustancial.