Cada estación trae consigo la oportunidad de renovar el hogar de manera funcional. Con la llegada de la primavera, los días se alargan, las temperaturas se suavizan y nuestros espacios interiores desean transformarse para aprovechar al máximo la luz natural, la calidez y la conexión con el entorno, creando ambientes ...
Cada estación trae consigo la oportunidad de renovar el hogar de manera funcional. Con la llegada de la primavera, los días se alargan, las temperaturas se suavizan y nuestros espacios interiores desean transformarse para aprovechar al máximo la luz natural, la calidez y la conexión con el entorno, creando ambientes más armoniosos y equilibrados.
Como símbolo de renovación y energía, la primavera nos invita a refrescar nuestro hogar, manteniéndolo despejado y ventilado para mejorar la calidad del aire y potenciar nuestro bienestar. Por ello, el Instituto Silestone nos comparte las claves esenciales para sacar el máximo provecho a la primavera y transformar nuestros espacios interiores en refugios de confort y equilibrio.
Limpieza y renovación: La primavera es el momento ideal para una limpieza profunda, eliminar el polvo acumulado los meses de inviernos y guardar lo que ya no necesitas. Optar por materiales fáciles de mantener y superficies que faciliten la higiene, contribuye a un hogar más saludable, fresco y confortable.
Textiles ligeros: Con el cambio de temperaturas, es hora de guardar las mantas gruesas, las cortinas pesadas y las alfombras de invierno, para dar paso a tejidos más ligeros y transpirables. Materiales como el algodón, el lino y las fibras naturales serán tu mayor aliado en esta época, ya que te ayudarán a mantener una entorno más fresco y acogedor.
Ventilación y calidad del aire: Estos meses también se caracterizan por el aumento del polen y otras partículas que pueden afectar la calidad del aire interior. Por ello, es recomendable ventilar a primera hora de la mañana o al atardecer, cuando los niveles de polen son más bajos, para renovar el ambiente. Además, el uso de purificadores de aire o la incorporación de plantas que filtren impurezas contribuye a mejorar el bienestar en el hogar.
Optimización de la iluminación natural: Aprovecha los días más largos para sacar el máximo provecho a la luz natural en tu hogar. Mantén las ventanas despejadas y usa cortinas ligeras que dejen pasar la luz, iluminando cada rincón. Además, elegir tonos claros en paredes y muebles potenciará la luminosidad y ampliará visualmente los espacios, creando un ambiente fresco y lleno de energía.
Un toque de naturaleza en casa: Las flores son el emblema de la primavera y una de las formas más sencillas de traer su frescura al hogar. Incorporar plantas de interior, flores frescas o pequeños jardines verticales no solo aporta color y vitalidad, sino que también mejora la calidad del aire, creando un ambiente más relajante y acogedor.
Con estos sencillos cambios, tu hogar puede transformarse en un espacio que refleje la frescura y energía de la primavera, mejorando tanto su estética como su funcionalidad.