IMCB nº140

127 milia Bo, la cual ha representado un gran cambio en cuanto a diseño, ya que destaca por ser un elemento bonito que puede aportar ese toque de diseño y personalidad a cualquier estancia, sin dejar atrás la calidad del producto y el factor sostenible”, explica. En su opinión, “el complemento ideal a la colección de accesorios de baño Mindset, ideada para que cada uno de nosotros podamos crear nuestro propio Spa en casa y, a su vez, tener ese momento íntimo con nosotros mismos”. De hecho, más de 1.000 productos suyos han recibido la certificación Cradle-to-Cradle de nivel bronce. Asimismo, los cubos de basura StepUp y Sort&Go han recibido la certificación de nivel plata. “El Instituto Cradle to Cradle evalúa los productos mediante el análisis de distintos elementos: la calidad y el nivel de reciclaje de los materiales, el uso de energías renovables, la gestión de las emisiones de carbono y del agua, y la justicia social”, recuerda Casero. “Aunque es una de las certificaciones sostenibles más complicadas de obtener y mantener, actualmente el 90% de nuestros productos cuentan con dicha certificación”, expone. Sin embargo, “desde Brabantia trabajamos para llegar a nuestro objetivo de alcanzar un diseño 100% circular”. En más de un siglo de vida de la marca, desde 1919, han adquirido múltiples aprendizajes, “pero el más importante ha sido que, a través de productos de calidad, con diseño, prácticos y sostenibles, podemos conseguir amenizar y cambiar el concepto negativo hacia las tareas del hogar, convirtiéndolas en rituales placenteros”. En otras palabras, “momentos para uno mismo que realmente puedes disfrutar sin agobios”. En lo que se refiere al diseño, “está pensado para ser más sostenible y atemporal, adaptarse a las necesidades reales del día a día y tener una gran durabilidad”. Esta es, asegura, “nuestra base”. Sostenibilidad omnipresente El factor sostenible está presente en todo, “desde nuestras oficinas, hasta el producto más pequeño que podemos tener en el catálogo”. Considera que esto debe ser “un requisito indispensable para dejar un mundo mejor a las generaciones venideras, al igual que buscamos mejorar la vida al consumidor a través de nuestros artículos”. Ambos objetivos “se retroalimentan uno al otro y, por tanto, deben ser equitativos y tratados con el mismo peso”. Este año han conseguido obtener la certificación B Corp (abreviatura de empresas sociales). “Las B Corps son empresas reconocidas por su impacto positivo en las personas y el medioambiente. Esta certificación es un reconocimiento increíble y va en línea con nuestro objetivo de conseguir un diseño 100% circular para 2035”, reflexiona la marketing manager. Sostenibilidad demostrable “Nuestro compromiso sostenible no está presente únicamente en nuestros artículos y en la filosofía, también prevalece en las acciones”, sostiene. “Siempre hemos estado comprometidos con asociaciones medioambientales y sociales sin ánimo de lucro, como Ocean Clean Up o Weforest, la cual está reforestando la gran muralla verde, uno de los principales pulmones del planeta”, añade. En Brabantia colaboran a través de sus tendederos: “Por cada venta, hacemos una aportación para plantar un árbol”. Actualmente, “ya hemos conseguido plantar más de 2.8 millones de árboles”. Volviendo al objetivo de Brabantia, el de lograr un diseño 100% circular para 2035, comenta que, hoy en día, “podemos afirmar que estamos en el buen camino: el 98% de nuestros materiales son saludables, usamos un 70% de energías renovables y contamos con un 100% de aguas residuales limpias”. Y no solo eso, “sino que también reutilizamos el 92% de nuestros residuos y usamos un 34% de materiales reciclados/biológicos, uno de nuestros objetivos más ambiciosos, entre otros”. De hecho, muchas de sus piezas de plástico y metal “ya están fabricadas en parte con material reciclado”. Por ejemplo, el cubo Step Up, “está fabricado con un 91% de plásticos procedentes de residuos domésticos”. Yara Casero

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