IMCB nº140

16 Un asistente 24/7 Del mismo modo que cuando estamos lavando la vajilla y los utensilios de cocinado en el fregadero procuramos utilizar un estropajo que no raye, un jabón que no estropee el servicio, y prestamos especial interés en desengrasar y enjuagar correctamente las piezas, procurando que no queden restos de suciedad y yendo en contra del derroche de agua, el lavavajillas por sí sólo toma conciencia de estos aspectos para llevarlos a la práctica mediante las innovaciones tecnológicas. A día de hoy, las principales preocupaciones de los consumidores giran en torno al ahorro, la sostenibilidad y la eliminación de las bacterias. Esto último ha sido acentuado por la pandemia. Así, los lavavajillas añaden los mecanismos necesarios para determinar la cantidad justa de detergente tomando como referencia la carga y el grado de suciedad de lo que se va a lavar, o acaban con las bacterias y virus que pudiese haber, así como los malos olores. En aquellas situaciones en las que no disponemos de un gran volumen de recipientes para iniciar el lavado se ofrecen referencias equipadas con la función de media carga, por lo que no habrá que esperar a que el electrodoméstico esté lleno del todo para ponerlo en marcha. Por su parte, el modo ECO se presenta como una interesante solución para garantizar el ahorro de agua y energía en las ocasiones en que la vajilla no está excesivamente sucia. Los programas rápidos, como su propio nombre indica, son los que lavan y secan a una velocidad de vértigo, tal y como ofrece RapidÓ de Candy. Y, si lo que preocupa al usuario es que sus vasos o copas sufran daños durante el lavado, este lavavajillas cuenta con un soporte especial que trae una superficie de goma que va insertada en los puntos de contacto para una limpieza más segura. Para que los consumidores no tengan que estar pendientes de secar los útiles con un paño, existen modelos que traen consigo una función de secado extra. Asimismo, la apertura automática de la puerta facilita la circulación del aire por el interior de la unidad, permitiendo que la vajilla se seque de forma natural. Con el objetivo de que el agua llegue a todos los rincones por igual, algunos fabricantes apuestan por la introducción de un aspersor de tres brazos. Ejemplo de ello es el lavavajillas GNFP4550WB de Grundig que, además de esta tecnología, viene dotado de otras muchas como DeepClean, un área destinada al lavado en profundidad de botellas y biberones de hasta 30 centímetros a través de una presión de agua potente. Al mismo tiempo, está indicado para cuando las ollas o sartenes se encuentran muy sucias. Cabe destacar que viene con una tercera bandeja para los cubiertos y que esta trae un aspersor específico para mejorar la experiencia de lavado. Por su parte, los lavavajillas PremiumCare de Teka analizan, mediante sensores, los niveles de suciedad y las partículas de comida que pudiese haber en los recipientes para controlar de forma automática las especificaciones del lavado. A día de hoy, las principales preocupaciones de los consumidores giran en torno al ahorro, la sostenibilidad y la eliminación de las bacterias <<Smeg

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