IMCB nº142

26 fundadora del Estudio Erika Suberviola Interiorismo & Feng Shui, ubicado en Bilbao: • Tierra: se encuentra en el suelo, de ahí que se recomiende poner una alfombra, ahora tan de moda en las cocinas. También se encuentra este elemento en utensilios de barro, cerámica, loza, etc. • Metal: está en el color blanco del acabado de los muebles (ya que es uno de los más demandados en las cocinas) o en el acabado metálico de piezas como puede ser el fregadero, por ejemplo. • Agua: se implementa a través de la propia agua que sale del grifo o en la que hay en las instalaciones para el lavavajillas o la lavadora. • Madera: a través de la disposición de plantas como, por ejemplo, perejil o romero, que dan cobertura para utilizarse también en los platos. Está claro que, salvo que se trate de una obra nueva, las cocinas ya están hechas y distribuidas y es entonces cuando el usuario quiere saber si su espacio es susceptible de armonizarse. La respuesta de Suberviola es que “todo es mejorable y se puede armonizar, dependiendo, en mayor o menor medida, de los cambios que puedas llevar a cabo. A veces se trata de pequeños cambios que no requieren intervención de obra”. La clave está en que el Feng Shui es una técnica que consiste en reorganizar los espacios a través de los colores, las formas y el simbolismo de los objetos. La respuesta de los clientes Y una vez se han hecho estos cambios, hasta el cliente más escéptico al tema de las energías, dice la interiorista vasca, se siente más a gusto en su cocina y no por los cambios estéticamente aparentes. “Por lo general, cuando les hablas más profundamente y aplican esta técnica, entran en un estado de conciencia empezando a analizar en cómo de verdad todo lo que nos rodea nos está influyendo y cómo, a través de esos cambios que han realizado, han obtenido resultados favorables en sus vidas”, comenta. Por su parte, Astrid Izquierdo explica en su libro que una clienta, reconocida perfumista, “no lo veía claro, pero, siguiendo mis instrucciones, ahora cocina más y mejor”. Es a quien la experta recomendó colocar un gran espejo en la pared frente a los fogones, que se detalla en el recuadro destacado inferior y, ahora, dice, no se imagina cocinar sin él. Es un ejemplo de forma económica para solucionar el problema de “El Feng Shui genera curiosidad, y las personas queremos sentirnos a gusto en nuestros hogares. Sin duda, es una gran inversión y, más que leerlo, hay que vivirlo” Ejemplos de errores habituales Sobre la implementación de los 5 elementos en la cocina, Astrid Izquierdo recuerda que “es importante evitar los excesos para conseguir un equilibrio dinámico entre los cinco”. Como ejemplo cuenta que en sus asesoramientos a veces ha visto cocinas que más que cocinas parecen salas quirúrgicas, generado por un exceso del elemento metal y la ausencia de los otros. “En esas cocinas hay un gran desequilibrio energético; pocas veces se cocina, no apetece, no hay vida, o lo que es lo mismo, no hay armonía”, opina. Otro ejemplo práctico muy común es encontrar los fogones situados de espalda a la puerta y de cara a una pared. Según el FengShui es una mala ubicación porque, aunque sea inconscientemente, genera tensión. “Es una posición de vulnerabilidad que provoca en la persona pocas ganas de cocinar o de terminar de cocinar y acabar rápido. A nadie le gusta estar de cara a la pared. Es una posición ciega”, comenta. Y pone la situación de imaginarse conduciendo sin retrovisor. ¿Pero cómo se puede contrarrestar? Colocando un espejo para que la persona pueda ver lo que pasa detrás de ella mientras cocina, “y cuanto más grande mejor. A mayor control del espacio, mayor comodidad y bienestar”. Estudio Erika Suberviola Fotografía: ©Natalia Michelena

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