65 2022 2021 2020 2019 15 15 17 18 2022 2021 2020 2019 15 15 17 18 MERCADO INTERIOR APARENTE MILLONES DE EUROS ductos más accesibles y que sean fáciles de manejar. Así, los toalleros deben estar colocados a su alcance sin que existan barreras de por medio. Los dobles con barras móviles o los que van fijados a la pared por uno de sus laterales pueden ser una buena opción. Es importante que sean de tacto suave, minimalistas y resistentes. ¿Qué color es el más adecuado? Esto depende del estilo que queramos aportar. La elegancia y el diseño industrial vienen dados por el negro, la sofisticación por el dorado, mientras que el blanco combinado, con materiales como la madera, nos acerca al estilo nórdico, y el cobre cepillado o el gris trasmiten modernidad. Para un ambiente más chic, apuesta por el oro rosa cepillado. Por su parte, la tradición viene marcada por el cromado brillante o mate, así como plata cepillado. Adaptación al entorno Esta pieza en un principio fue creada para colgar las toallas mojadas y ese era su cometido inicial a lo largo del tiempo. Con el paso de los años se demostró que este producto es capaz de dar mucho más de sí a la hora de mantener el orden y la limpieza en esta estancia, a menudo de uso compartido. De este modo, la estructura compuesta por toallero mural con repisa superior es ideal para colocar los artículos de higiene, como botes de gel, de champú, cremas o incluso las toallas limpias. Algunos hasta añaden unos ganchos en los que colgar la esponja o el cepillo corporal. Esta repisa puede ser sustituida por una bandeja en la que contener los útiles sin miedo a que se caigan. Lo bueno de esta versión colgante es que no sería un disparate situarlo al lado del mueble del lavabo porque no es muy invasivo. El de tipo escalera, en madera o metálico, aporta un toque natural o Por increíble que nos pueda resultar, los de tipo adhesivo son resistentes, no hace falta emplear herramientas para su colocación, sólo hay que decidir dónde irán situados y, si no nos gusta el resultado, podemos cambiarlos de ubicación sin tener que poner en peligro la pared para saberlo. Basta con cerciorarse de que la superficie en la que se vaya a situar esté limpia, colocar el adhesivo, retirar la protección, calentar la zona empleando un secador, hacer presión durante unos segundos y esperar el tiempo recomendado por el fabricante para comenzar a usarlo. La principal ventaja es que no tendremos por qué arrepentirnos si hemos hecho un agujero en la pared y ha quedado torcido o si nos hemos pasado taladrando; es una forma de renovar la estética general de la estancia sin realizar una gran inversión y, sobre todo, en el caso de que no sea una vivienda en propiedad, nos da menos reparo a la hora de hacer cambios en su estilo. Para ganar un plus en comodidad, es habitual verlos integrados a modo de barra en la propia encimera o debajo de ella. Hay usuarios que se decantan por más de uno, siempre y cuando cuenten con un mayor margen de maniobra espacial y sus necesidades así lo requieran. Por ejemplo, ahora que la bañera exenta vuelve a estar en tendencia, esta se acompaña de su propio toallero, ya sea integrado en la misma o a través de uno de pie con una o más barras de diferentes alturas, en el que tener las toallas al alcance de la mano tras el ritual de higiene. Lo mismo pasa con la zona de ducha, en donde cada vez es más habitual ver una hornacina o unas repisas acompañadas de un toallero con un estante. Así, se acaba con el desorden en este habitáculo y se evita que, para secarnos, tengamos que salir poniendo todo perdido. Esto permite tener más de una toalla almacenada. Otra opción es adquirir uno vertical de pared en el que poder depositar las toallas dobladas o enrolladas a modo de contenedor de almacenaje. Si somos muchos en casa, una buena idea sería poner uno al lado del lavabo con forma geométrica y en el lado opuesto y en ascenso un toallero con repisa o balda superior. En cambio, si a la hora de ubicarlo no contamos con un gran espacio, podemos optar por una barra más discreta, incorporarla al mobiliario o apostar por una solución más convencional: uno adherido a la pared en forma de aro o en su formato más moderno: cuadro, ovalado, de anilla abierta, etc. De lo contario, para los que buscan la simplicidad en las formas, es aconsejable los de gancho, que apenas ocupan espacio y son aptos para cualquier rincón. Para que un baño esté más adaptado a las personas con movilidad reducida o de edad avanzada es conveniente elegir proLa versión anclada al mobiliario aprovecha las cajoneras, puertas o laterales, para asentarse, de modo que no será necesario agujerear los azulejos
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