51 Durante la pandemia y en los años posteriores, el número de usuarios dispuestos a reformar su hogar creció exponencialmente. De hecho, según el estudio Houzz y el Hogar 2023 sobre tendencias en renovación, los espacios interiores son los que más se renuevan si hacemos caso al 87% de los encuestados. Y, en este contexto, la reforma del espacio de baño ha salido reforzada, pues sigue siendo una prioridad para los particulares (un 32%) y suponen el coste medio más elevado de sus proyectos de reforma, con un total de 5.500 euros. De tal manera que las bañeras y duchas se convierten en el punto neurálgico del baño, con la consiguiente incertidumbre de elegir una modalidad u otra para nuestro aseo personal. Por su parte, la encuesta de Duscholux, firma de fabricación de mamparas de ducha y baño, que recoge la opinión de los usuarios respecto a cuál es su cuarto de baño ideal y sus preferencias en cuanto a diseño, estilo, tamaño o mobiliario, destaca que el 82% de los participantes en este sondeo anual se decantan por un plato de ducha antes que por una bañera. Sobre todo, por cuestiones relacionadas con la falta de espacio, por la comodidad a la hora de llevar a cabo la limpieza, por el ahorro en el consumo de agua, por la libertad de movimientos o de acceso que le permite o porque los hábitos de higiene han cambiado. Otro de los aspectos destacables es que, a la hora de elegir una mampara para la ducha, la gran mayoría de usuarios (un 84%) valora que no permita fugas de agua, frente a la preferencia de que sea pequeña o de diseño (un 10%). Asimismo, los usuarios prestan especial atención a que el modelo “no se ensucie con facilidad”, según el 52% de los entrevistados, mientras que respecto a la pregunta de si estaban conformes con el tamaño de su baño, la mitad de los encuestados confesó que “se imaginaban su baño más grande en el futuro” y el 22% confiaba poder “integrar” el cuarto de baño en otra estancia de la propia vivienda. Una idea que cobró especial relevancia en años anteriores, cuando la cocina tomó protagonismo y se convirtió en un espacio que ha conseguido integrarse y abrirse a otros escenarios, por ejemplo, en el salón, el comedor e, incluso, como parte de la terraza. Abordando el tema que nos ocupa, el dilema entre decidirnos por mantener la bañera o cambiarla por un plato de ducha no es una decisión sencilla. Aspectos como la comodidad, el espacio que tengamos para el baño, la estética, el precio o la facilidad a la hora de limpiar una u otra son factores a tener en cuenta. Más aún cuando el momento del aseo personal se ha convertido en nuestro momento de relajación, tanto mental como físico, ya que nos ayudan a reducir el estrés, desconectar del ajetreado día y relajar los músculos. Por eso, ya sea por ganar en Los platos de ducha que se sitúan a ras del suelo, también conocidos como walk-in, son las más demandadas y utilizadas en los cuartos de baño de los hogares españoles amplitud, porque buscamos darle un nuevo toque estético al espacio, porque, simplemente, queremos renovar el cuarto de baño o por la comodidad que garantiza el plato de ducha, sustituir la bañera puede ser la oportunidad que estamos buscando para crear en nuestro hogar un nuevo entorno. Sencillez y estilo Por lo general, las bañeras ocupan mayor espacio en el cuarto de baño que las duchas, motivo por el cual sustituirlas nos proporcionará una mayor amplitud y más opciones en el momento de elegir un tipo u otro de plato de ducha. En este sentido, las medidas estándar son muy variadas, si bien los anchos oscilan entre los 70 y 90cm, aunque podemos encontrar en el mercado modelos que llegan al metro, de ahí que la amplia variedad de prototipos va a permitir encontrar el que mejor se adapte a nuestras necesidades y opciones de diseño. Asimismo, los numerosos tipos de materiales disponibles ofrecen la posibilidad de optar por un plato de ducha a medida, adaptarlo al hueco que deja la bañera e, incluso, colocar tarimas de madera alrededor de la ducha, que combinan con cualquier estilo y otorgan al espacio un aspecto decorativo muy elegante. En cuanto al tipo de ducha, ya sea prefabricada o de obra, la primera ofrece medidas estándar y los materiales principales son de cerámica, resina o fibra mineral, con diferentes tonos y acabados. Mientras que la principal ventaja de la ducha de obra radica en que se puede hacer en cualquier medida, de cualquier forma y para cualquier espacio. Eso sí, destacar que tanto para un modelo como para otro es conveniente que la superficie sea antideslizante, para evitar posibles accidentes, aunque las duchas prefabricadas ya cuentan con superficies rugosas o tratamientos específicos para evitar resbalones accidentales cuando están mojadas. Atendiendo al grado de antideslizamiento, este se divide en tres clases (de la 1 a la 3), siendo el último nivel el que proporciona mayor agarre. Ese tratamiento se aplica en duchas de resina, Solid Surface, de piedra y de obra, y tanto si el material es cerámico como si es microcemento. Toda una serie de características que hacen que, para muchos usuarios, tener un plato de ducha en el espacio de baño sea la opción más cómoda y accesible, pues la ingente variedad de materiales, colores, texturas y acabados disponibles permiten disfrutar de un modelo acorde a nuestro estilo y totalmente adaptado a nuestras necesidades. Sin olvidar las innovadoras prestaciones en cuanto a seguridad, tecnología e higiene que proporciona. En cuanto al tipo de materiales, cabe destacar que, aparte de la necesaria característica antideslizante que comentábamos antes, podremos elegir entre
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