IMCB nº147

24 Este lugar es quizás el espacio más personal y privado dentro del hogar, en donde los usuarios llevan a cabo su ritual de higiene, se relajan, desconectan de la rutina y salen reconfortados. En él confluyen infinidad de estilos, materiales, colores, elementos y tecnologías que están completamente en sintonía con la personalidad, los gustos y necesidades de quien los usa. Es un alma viva que no se queda estancada en un momento puntual, ya que, aunque uno escoja cómo va a ser su ‘baño definitivo’, siempre puede someterse a cambios para ofrecer su mejor versión. Así, puede ocurrir que como primera opción no hayamos elegido instalar un bidé pero con el tiempo cambiemos de opinión, optando por la colocación de un inodoro inteligente y respetuoso con el entorno. De este modo, se logra una higiene íntima más eficaz, se prescinde del papel higiénico y se apuesta por el chorro de agua regulable. También es probable que nos interese renovar este habitáculo realizando unas pequeñas modificaciones en su decoración: cambiar la grifería y sus accesorios por unos de color negro o dorado, actualizar el espejo, decantándonos por uno retroiluminado y de formato más moderno, u optar por un suelo vinílico efecto madera o piedra. Podríamos hablar a grandes rasgos de cinco corrientes sobre las que gira el interiorismo en esta estancia: está el lujo silencioso, el que guarda un equilibrio entre lo sostenible y la pureza de los materiales, aquel que ha sido creado para ser contemplado cual obra de arte, el que representa el templo del relax y el que cambia el baño de sitio. En el primer modelo se aplica la norma de ‘menos es más’, por lo que tan solo se escogen las piezas necesarias que componen el escenario, pero estas deben de ser de una calidad exquisita, elegantes, minimalistas e incorporar productos artesanales. En el segundo caso predomina el uso de tecnologías que cumplan con los requisitos del ahorro en el consumo de agua y energía, el equipamiento fabricado con materiales reciclados o que pueda ser reutilizado para la producción de otros nuevos modelos cuando su vida útil concluya. Dentro de este apartado se incluyen los elementos decorativos que nos conecten con la naturaleza, utilizando materiales como la madera, revistiendo las paredes con papel pintado que recree motivos florales, de la fauna o texturas del entorno natural, así como incorporando plantas, alfombras de fibras naturales, sillas de ratán, etc. Por otro lado, existe aquel cuarto de baño que cuenta con una mayor presencia, que no se conforma con acatar la función que se le fue encomendada, sino que invita a la admiración y a la contemplación. Para adoptar esta tendencia La bañera se traslada a la habitación, el lavabo puede ser la antesala de la ducha y actuar a su vez de tocador, en el que asearse la cara y las manos, arreglarse o cuidarse la piel se instalan los lavabos de pedestal circulares u ovalados en mármol o piedra con grifería mural o empotrada, a los que se unen los de encimera en formato circular o rectangular en mármol y con las vetas a la vista. Las bañeras exentas en mármol o las de resina transparente, los radiadores toalleros tubulares en horizontal o vertical, los de textura tridimensional o los de efecto ondulado con asa añadida para colgar la toalla y revestidos de color, contribuyen a dar un sentido estilístico a los baños más modernos. En otras ocasiones, lo que se buscará es reproducir la experiencia de un spa en el ámbito doméstico: un rociador empotrado, de techo o pared, proporcionará una experiencia envolvente en la que el agua parece acariciar la piel del que se encuentra debajo. Algunos de los modelos ofrecen diferentes tipos de chorro para una relajación mayor, y otros incluso vienen equipados con luces led de colores para

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