IMCB nº147

25 sumergir al usuario en una sesión de cromoterapia. Los empotrados termostáticos ayudan a ajustar la temperatura, el caudal y la salida de agua de una manera más directa. Se abre la puerta a otros módulos, como la sauna y el hamman o baño turco, en los que salir renovado tras purificar la piel, activar la circulación y recuperarse del estrés. Es el usuario el que establece un circuito de reactivación, donde primero se envuelve en una sala de calor seco, después se da una ducha rápida en agua fría y entra en contacto con el calor húmedo. Y, si hay suficiente espacio para la ducha, bien podría haberlo para una bañera. Las exentas suelen ser las favoritas porque en ellas la higiene es más sosegada, no hay espacio para las prisas y el cartel de ’no molesten’ parece que ha sido colgado en la puerta. Bandejas de madera para posar los artículos de higiene para tenerlos a mano, la existencia de un zócalo a los pies de la misma para que el usuario no tenga que pisar directamente el suelo, un reposacabezas para garantizar la comodidad o referencias que añaden un pequeño asiento en su interior para sentarse y disfrutar, son algunas de las prestaciones que pueden ayudar a reforzar la idea de crear un templo de bienestar en casa. El cambio de localización de los baños es otra moda a seguir. Aquí no hay límites ni obstáculos posibles. El tablero es amplio y cada una de las piezas que lo componen no tienen por qué estar unidas. De esta forma, la bañera se traslada a la habitación, el lavabo puede ser la antesala de la ducha y situarse entre la zona de descanso y el vestidor, y actuar a su vez de tocador, en el que asearse la cara y las manos, arreglarse o cuidarse la piel. Como queda de camino al armario podemos poner un banquito o una butaca para descansar, establecer un rincón de lectura o una pequeña área donde vestirse. Pero el lavamanos puede verse en otro formato diferente, de tipo tótem, por lo que cualquier esquina será la adecuada para ubicarlo. En cuanto a espejos no está de más colocar uno de cuerpo entero a medio camino entre el baño y el vestidor para comprobar cómo nos queda el atuendo. La sostenibilidad que atrapa Las griferías abrazan la sostenibilidad desde varios ángulos, que van desde la utilización de materiales reciclados en su fabricación, pasando por la reutilización de componentes de un producto cuando concluye su vida útil para dar lugar a otros nuevos, hasta el empleo de tecnologías que permitan hacer un uso responsable de los recursos. Atendiendo a esta última vía observamos como los grifos cuentan con aireadores para reducir el consumo de agua evitando las salpicaduras, otros vienen con un mecanismo que actúa en contra del derroche de recursos al suministrar agua fría cuando la maneta está en el medio y, si esta se desplaza hacia la izquierda, se activa la caliente. A su vez, las sin contacto disponen de un sensor que activa el agua cuando detecta las manos y corta el suministro al retirarlas. Al no interactuar físicamente con la pieza se impide que se transmitan los virus y bacterias. Por su parte, con las termostáticas regular la temperatura y el <<Tres <<Salgar

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