IMCB nº147

26 caudal del agua será más factible al contar con un mando independiente para cada ajuste. Suelen incorporar un mecanismo de seguridad para evitar las quemaduras y otros modelos añaden un limitador de temperatura. Los inodoros toman nota de estas prácticas sostenibles con el pulsador de doble descarga, según se evacúen líquidos o sólidos, o los pulsadores empotrados de pared que se crean para el mismo cometido, pero nos conquistan con sus botones circulares, rectangulares, diseños sin marco, en colores mate o metalizados y en acabado vidrio, metal, madera, plástico, antihuellas o cromado con placa de cubierta en pizarra o efecto hormigón. Algunos integran los módulos de eliminación de olores y luz led. Asimismo, los fabricantes han dado un paso importante en la higiene íntima fusionando el bidé y el inodoro para crear el shower toilet o, lo que es lo mismo, el inodoro con un sistema de limpieza añadido. La principal ventaja de las cisternas empotradas es que no se necesita invertir tanto tiempo en el lavado del WC porque estos no ocupan tanto espacio y el módulo de accionamiento de la descarga se integra en la pared. Las toallitas y el papel higiénico son historia al sustituirse por el agua, que sobresale por la cánula integrada en el interior, pudiendo ajustar la posición, la presión y la temperatura desde el mando a distancia o los pulsadores incluidos en el asiento. Algunas referencias dan la oportunidad de realizar estos ajustes a distancia y crear perfiles de usuario a los que se asignan las preferencias de uso. Para completar la experiencia traen función de secado y poseen luz nocturna, facilitando la visión cuando es de noche. Para que la limpieza sea más efectiva, el asiento y la cánula son extraíbles y el conducto se higieniza automáticamente después de su utilización. Volviendo al inodoro, la mejora de la higiene y su mantenimiento son sus máximas, por eso se presentan referencias sin bridas para que el agua fluya tras la descarga de manera uniforme por el interior de la taza, bloqueando el paso a la suciedad acumulada e impidiendo las salpicaduras. La luz invade la sala con sus luminarias en suspensión, las empotradas en el techo o los apliques, y se abre paso con el espejo retroiluminado y los cajones del mueble, que integran un sistema de iluminación automática que se enciende cuando estos se abren, facilitando la visibilidad y mostrándonos lo que hay dentro. El espejo no solo se conforma con dejar huella de su presencia, sino que trae la función antivaho para impedir que se empañe con el vapor, e incluso algunos modelos incoproran altavoces Bluetooth para ponerle la banda sonora al ritual de higiene, así como aumentos para incrementar la visión y el color de luz será personalizable. El radiador toallero inteligente se suma al festín al poder programar el aparato a distancia para tener caliente la estancia cuando regresemos a casa. Dejando a un lado los avances tecnológicos, otra forma en la que lo sostenible y ecológico se hacen visibles es a través de materiales como la madera, que sale a relucir en el pavimento, los muebles y accesorios, las fibras naturales de las lámparas y alfombras, la incorporación de textiles de algodón o lino en la estancia, al igual que el mármol o la piedra en los lavabos. El empleo de colores o de azulejos inspirados en tonalidades del entorno natural es otro de los reclamos. Ganan posiciones los revestimientos texturizados, los porcelánicos de gran formato para el suelo y los accesorios en negro mate, blanco, oro y cobre y los fabricados en madera. Despliega el abanico de tendencias Analizando el cuarto en su conjunto, se lleva el color, las texturas, la mezcla de estilos, materiales y acabados. La ducha y la bañera exenta no se entienden la una sin la otra, siempre y cuando el espacio lo permita. A pesar de que el blanco sigue siendo el preferido para el equipamiento de baño por simbolizar la pureza y luminosidad, entran en juego otras tonalidades más modernas y alegres. Los platos de ducha se aligeran, ganan resistencia frente a los impactos y rayaduras, son antideslizantes y antibacterianos, de fácil limpieza y se bañan de color, pero además de hacerlo en negro o blanco, se ofertan en verde oliva, moka, ocre, antracita o nácar, recrean el efecto y la textura de la piedra o la pizarra en su superficie y toman como referencia otros componentes cotidianos, como el mármol, el metal, la madera o el cemento, sin olvidar que su rejilla parece mimetizarse con el resto de la pieza. Se fabrican con resina, resina con cargas minerales, gel coat sanitario, solid surface, cerámica o piedra. En lo que respecta a la mampara hay varias soluciones que están en auge: fijas o móviles con perfilería en negro, dorado, cromado, rosa, blanco u oro con bisagras, guías, tiradores y el resto de accesorios a juego, de vidrio espejo, con acabado difuminado, acanalado, degradado, con un dibujo serigrafiado en impresión digital o un color pactado con el cliente. Para conseguir una estética más industrial se llevan los cuadros negros estampados en el cristal. Las hornacinas siguen acompañándonos para incrementar la capacidad de almacenaje, camuflándose en la pared al elegir el mismo revestimiento, haciéndose notar empleando un color o motivo distinto y/o agregando un punto de luz y hasta estanterías si hace falta. La bañera se suma al carro de la innovación: acrílica, mármol, piedra, de resina y carga mineral, de cerámica, solid surface, de acero Los platos de ducha se aligeran, ganan resistencia frente a los impactos y rayaduras, son antideslizantes y antibacterianos, de fácil limpieza y se revisten de color

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