IMCB nº147

41 Al hablar de los baños como estancia, hay quien va un poco más allá y habla también del ‘momento baño’, entendiéndolo como el rato que le dedicamos a nuestra higiene diaria, a nuestra rutina de autocuidado en ese espacio de la casa. “Este momento ha aumentado significativamente de valor hoy por hoy, porque la gente también ha tomado mayor conciencia del valor de sentirse bien en su casa”, explica Maria Bermúdez, interiorista y fundadora del estudio Quefalamaria. Y, para ello, se busca que el baño sea un lugar cómodo, práctico, ordenado y limpio en el que contar con espacio suficiente para moverse y llevar a cabo con mimo dicha higiene. “Te diría que incluso nos gusta verlo como nuestro rincón ‘spa’, nuestro espacio más íntimo y privado y, por eso, cada vez le estamos dando una prioridad más elevada dentro de la planificación de una reforma integral”, añade la interiorista catalana. Pero, en clave de diseño y atendiendo a esta tendencia creciente, surge la pregunta de si el baño debe proyectarse como una estancia aparte o si ha de mostrar cierto hilo conductor con las del resto de la casa. Según el estudio de interiorismo Quefalamaria, la prioridad es buscar un hilo conductor que una y justifique la decisión de su distribución, sus acabados y su mobiliario “pensando que forma parte de una vivienda y una familia con unas necesidades muy concretas, con un estilo afín y con una propuesta conceptual de esa casa en la que el baño, al igual que el resto de espacios, juega un papel importante”, afirma Maria Bermúdez. También reconoce que los baños dan mucho juego a la hora de diseñarse, especialmente los aseos de menor tránsito, donde se puede apostar por algo más singular o fuera de ese hilo conductor, simplemente a raíz del hecho de ver una pieza de esas que despiertan un ‘amor a primera vista’. Y cuando eso sucede, comenta Bermúdez, “bien venga de alguna referencia que el cliente haya visto o el estudio crea que ese toque puede realzar el espacio, se propone y se integra con el apoyo del resto de elementos que conformarán el espacio”. Recomendaciones de diseño según el baño de la casa Hay que tener en cuenta que la vivienda puede tener uno o varios baños, pero todos ellos han de cumplir una serie de premisas como, por ejemplo, según la interiorista, que sean cómodos y de fácil limpieza, y que funcionen bien a nivel de distribución, es decir, que cubran las necesidades para las que han sido diseñados. “Para mí esto es lo básico, en lo que no se puede fallar a la hora de diseñar el baño. ¡Y no he entrado siquiera a hablar de acaba- “En los aseos se puede apostar por algo más singular o fuera del hilo conductor que se respeta en el diseño de toda la casa” dos, luz, materiales...!” Esta fase posterior es la que ya habría que aplicar dependiendo de si se trata de un aseo de cortesía, un baño infantil o el que está en la suite o el dormitorio principal de la casa. En los primeros, como dice unas líneas antes, “tiene mayor cabida arriesgar y lucirse con una propuesta de mayor originalidad, aprovechando que están pensados para recibir a los invitados”. Entre algunos elementos que pueden servir de ejemplo en este sentido, la interiorista destaca un papel pintado para todas las paredes, una iluminación más escenográfica o, incluso, darle mayor importancia a la estética del mueble antes que a su propia capacidad de almacenamiento. En los baños infantiles, por su parte, se tiende mucho a usar piezas de mosaico o piezas de pequeño formato destonificadas, tanto para suelos como paredes. Por contra, en los baños en suite, el estudio recomienda piezas de gran formato inspiradas en la piedra natural, “que nos da esa base más madura y elegante sobre la que seguir diseñando”. La importancia del estudio lumínico del baño De todas las estancias de la vivienda, si hay alguna que se puede permitir no tener ventilación natural es el baño, siendo más habitual en los pisos, ya que se sitúan en la parte central, y entonces hay que recurrir a extractores para el tema de los olores. Y esta cuestión representa otro problema, y es la falta también de iluminación natural, porque no hay ventanas o porque dan a un pequeño patio de luces, siendo más acusado si el piso está en las plantas inferiores del edificio. Y precisamente, el elemento vinculado a la iluminación es el que, para Maria Bermúdez, por encima de los otros ya comentados, si no se plantea bien su uso, “te puede arruinar el baño por completo”. El primer paso, pues, además de ver si se cuenta o no con luz natural, es saber si el baño dispone de espacio para falso techo donde instalar los focos empotrados. Dado el planteamiento del baño como espacio para relajarse, “como interioristas, tenemos que ser capaces de proponerle a los clientes diferentes opciones de iluminación según lo que busquen”, explica. Esto significa: una buena iluminación a modo general para las necesidades más Maria Bermúdez ©Phelipe Eizaguirre Decophoto

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