IMCB nº147

9 bado oro o cobre, junto con grifos de la misma tonalidad, resultan muy elegantes y sofisticados, además de que quedan perfectos en esas cocinas más sobrias, con muebles de madera, encimeras negras, alicatados blancos o para espacios en tonos neutros. Pero si lo que se busca es originalidad, nada mejor que apostar por un fregadero de colores. Si bien los modelos en negro aportan un toque industrial, que sigue siendo tendencia, y un efecto estiloso, que aporta profundidad a la cocina, empieza a cobrar sentido la inclusión de fregaderos en color rojo con griferías de acero cromado o grifos en color blanco junto a un fregadero acrílico o de acero inoxidable y mobiliario en tonos grises o neutros. Los fregaderos de acero inoxidable siguen siendo uno de esos clásicos que siempre nos acompaña a lo largo del tiempo. Propiedades como la resistencia, ligereza, higiene, fácil limpieza y precio asequible hacen que sea una opción a tener en cuenta, aunque su gran desventaja es que son propensos a las rayaduras y los restos de cal tienden a acumularse en ellos. Su tonalidad es plateada, aunque existe la posibilidad de encontrarlos con un recubrimiento de PVD que permite revestirlos con otros acabados como, por ejemplo, las cubetas en antracita, negro mate, blanco o beige junto con los tonos metalizados, que son cada vez más comunes. En cambio, con los modelos sintéticos existe carta blanca para escoger el color y la textura, además de que son resistentes a los impactos, a las altas temperaturas y a las rayaduras. Por otra parte, si lo que se quiere es aportar un estilo rústico a la cocina, se debe optar por los de piedra natural, aquellos modelos fabricados en mármol o granito, que conquistarán por su belleza y durabilidad, aunque hay que tener cuidado con las manchas y no se debe emplear un producto muy abrasivo. Mientras que los de vidrio templado llaman la atención por su higiene, sus elegancia y acabados, pero es cierto que su extrema delicadeza puede provocarnos más de un quebradero de cabeza ya que hay que tener especial cuidado con los golpes. A su vez, entre las principales ventajas de los fregaderos de cerámica cabe destacar que en su fabricación se emplean materiales naturales, destacan por su estilo clásico, son muy higiénicos y fáciles de limpiar, pero su vulnerabilidad frente a los impactos y los golpes juega en su contra. Por su parte, las piletas en blanco ayudan a reforzar esa sensación de pulcritud, luminosidad y calma. El negro puede aportar un toque de refinada delicadeza mediante la pieza de grifería, el dosificador de jabón o incluso con el rebosadero y el desagüe. Se trata de combinar y poder hacerlo de manera sutil. A la vez que los detalles en oro otorgan un toque de lujo y elegancia junto al fregadero y encimera en blanco. Como innovación tecnológica vale la pena adelantar que algunos modelos de fregadero añaden un botón visible en su cara externa para realizar el desagüe El fregadero ha sabido adaptarse a estancias grandes, medianas o más modestas a través de sus formatos rectangulares, dobles senos, cuadrados, circulares y esquineros <<Teka

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