IMCB nº149

60 sofisticados y lujosos. Mármoles de Calacatta, travertino, marquina, belvedere, cuarcita, ónix, caliza de Campasparo, etcétera. Con ellos se revistieron paredes y suelos con admirables despieces, se realizaron encimeras, muebles de lavabo o barras de bar. También la piedra sinterizada, por definición, siguió esta estela de éxito al lograr texturas, visuales y acabados casi tan perfectos como la piedra. En el segmento de cocinas, estuvieron presentes con espacio propio Dica, Sixty Pro, Línea 3 Cocinas, Santos, Arrital y Copatlife, a las que se unió la firma italiana Euromobil. Y, por supuesto, Delamora con Vonna. En cuartos de baños, se contó con reconocidas firmas como Roca, Strohm Teka, Jacob Delafon, Bathco y Geberit. Los aseos de uso público fuero realizados por dos empresas de distintos sectores: Nais, firma dedicada al porcelánico de pequeño formato, e Impar Grupo, prestigiosa constructora y promotora inmobiliaria. También electrodomésticos Otro de los principales atractivos en cada edición de Casa Decor se encuentra en los electrodomésticos. Las firmas presentaron sus novedades en espacios llenos de magia y elegancia. Electrodomésticos grandes y pequeños se valen de la tecnología para una mayor funcionalidad, pero también para lograr un diseño y una estética más elegante y atractiva. Colecciones sostenibles, revestimientos antihuellas y antimanchas, soluciones eficientes, accionamientos táctiles, nuevas relaciones con los alimentos, etcétera. Fueron algunas de las propuestas que este año pudimos ver en las diferentes cocinas del Palacio de la Trinidad. De los 46 espacios, diez fueron intervenidos por profesionales independientes (arquitectos, interioristas, diseñadores y paisajistas), algunos jóvenes promesas y otros reconocidos profesionales que se aventuraron con entusiasmo por primera o segunda vez en este gran proyecto que es Casa Decor. El evento atrajo a aproximadamente a 45.000 visitantes. La asistencia en relación con 2023 aumentó un 12 %. Esta cifra comprende los dos perfiles de visitantes de Casa Decor: 45 % de público general, concentrados principalmente en los fines de semana; y 55 % de profesionales, sobre todo de lunes a viernes. Se creó un panel de expositores virtual para visualizar todos los productos de la exposición, cada papel, cada tela, cada revestimiento. Además, con un mapeo completo de los materiales. El resultado, una amplia guía de todo lo que recogió esta 59 edición. Encanto señorial Tres meses antes de que abriera sus puertas Casa Decor 2024, el 9 de enero, conocimos el Palacio de La Trinidad al ‘desnudo’. Comprobamos cómo conserva el encanto señorial de las construcciones de principios del siglo XX. Es una de las pocas edificaciones privadas de esta categoría que aún quedan ocultas en Madrid. Se caracteriza por su majestuoso hall, sus salones señoriales, sus gabinetes, sus regias alcobas, sus corredores volados, sus terrazas cerradas, sus jardines cuadriculados, sus grutas e, incluso, por su pequeño oratorio y por su pabellón de invitados. Recorrimos espacios que son impensables en las construcciones modernas. Son 3.600 metros cuadrados de finca en pleno centro urbano de Madrid. El Palacio de La Trinidad fue mandado a construir por Dª Ángeles Gutiérrez Suárez en 1928, en un terreno de su propiedad, situado en una especie de montículo. Según la organización de Casa Decor, fue sorprendente que, en aquella época, una mujer soltera tuviera dinero para hacerse una casa así. El joven arquitecto Luis Alemany Soler fue el encargado de su construcción, en un estilo regionalista tardío, ecléctico y de inspiración sevillana, posible origen de la propietaria. De hecho, el color original era blanco y amarillo, como los chalés sevillanos del momento. En 1931, recurrió nuevamente a Alemany, porque la propietaria se casó, para realizar una nueva edificación dentro de la parcela, adosada a la portería, destinada al pabellón de invitados y otras tareas administrativas. Entre ellas, el despacho de su marido. Falleció sin hijos por lo que, en 1946, el edificio pasó a manos del Estado, reconvirtiendo su uso en oficinas. El último ilustre ocupante fue el Instituto Cervantes, hasta el año 2008, que se trasladó a su actual sede de la calle Alcalá. Posteriormente, pasó a ser gestionado por la CEOE y, en 2016, fue adquirido por Pescaderías Coruñesas, su actual propietario, que arregló hace unos años la fachada y los tejados, que se encontraban en mal estado cuando compraron el complejo. Tiene un grado de protección 1, lo que supuso un mayor reto para los interioristas, ya que hay ciertos elementos como techos artesonados y paredes revestidas de tela que no se podían tocar. De planta cuadrada, el edificio consta de bajo, principal, segundo y ático en los torreones, ubicados diametralmente en la parte anterior y posterior. La fachada está decorada profusamente con diversos elementos decorativos neoplaterescos y neobarrocos de aire andaluz como son tejas de cerámica vidriada en verde y blanco, balcones curvos en esquina y con tejadillos, aleros volados, pináculos en las torres, rejería en las ventanas y, especialmente destacable, las dos series de bal-

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