IMCB nº149

69 Metallic Harmony El cuarto de baño del Espacio Strohm Teka, denominado Metallic Harmony y diseñado por Erico Navazo, giraba en torno a cinco tendencias estilísticas: el revestimiento de pared, el uso del color verde y de los muebles en piedra natural para evocar la naturaleza, la incorporación de la bañera exenta imitación mármol, con material de Cosentino, que se convertía en el eje central de todas las miradas, la elegancia representada en la grifería de color negro y la mezcla de texturas, acabados y estilos, logrando un equilibrio. Era un espacio de sensaciones. Convivían elementos propios de un palacio de 1928 con elementos naturales, contemporáneos y vanguardistas, para provocar la percepción de un lugar que resiste el paso del tiempo conservando su elegancia. Reforzando este concepto, se seleccionó una grifería de belleza metálica, como es la colección Metallics de Strohm Teka, totalmente atemporal, además de combinar texturas, colores y materiales dentro de un diseño armónico y único. Los lavabos eran de color topo, y el inodoro y el bidé eran de color negro. El resultado era una estancia ecléctica que invitaba a permanecer en el tiempo. Según Navazo, “el edificio manda”. Una de las inspiraciones es la naturaleza. Este espacio era uno de los gabinetes del Palacio, con un techo imponente, que conllevaba mayor complejidad. El Santuario En el Espacio Roca, en el corazón de la antigua capilla, de Andreu Carrulla, un espacio de bienestar se alzaba fusionando la esencia mística del lugar con la modernidad del diseño contemporáneo. En una simbiosis de luces tenues y elementos naturales, este santuario invitaba a una experiencia única de introspección y renovación. La colección Tura, que la ha creado él, le inspiró para diseñar este cuarto de baño. El espacio recreaba un ritual a través de la experiencia en el banco. El lavabo, símbolo de purificación, recibía a los visitantes. A su lado, un inodoro y un bidé ofrecían comodidad y funcionalidad en armonía con el entorno. En el centro de la nave, se erigía majestuosa una ducha de gran altura, un monumento al ahorro de agua y al cuidado del medioambiente. Su diseño innovador, inspirado en la tecnología de Roca, permitía un circuito cerrado que minimizaba el consumo sin sacrificar la experiencia sensorial. En el ábside, la pieza central del espacio, una bañera invitaba al descanso y la contemplación. Rodeada por las paredes originales de la capilla, que mostraban su decadencia con elegancia, esta bañera era un oasis de calma en medio del bullicio del mundo exterior. Este espacio prueba la versatilidad de la colección Tura. Está inspirada en la arquitectura moderna, de los años 30 del siglo pasado, con volúmenes muy limpios. Es un producto que se adapta perfectamente en un ambiente orgánico, cálido. El Palacio de La Trinidad se construyó en la misma época. La capilla era un espacio con riesgo a falta de respeto y consiguieron realzar el espacio y adaptarlo a algo contemporáneo.

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