IMCB nº151

58 parte, los grifos bimando, con dos manijas separadas para agua caliente y fría, siguen siendo una elección frecuente, especialmente en baños con un estilo clásico o vintage. Este tipo de grifería ofrece un control más preciso de la temperatura, mientras que la grifería de cascada ha ganado popularidad por su estética y la experiencia de uso que ofrece: en ella, el agua fluye de manera que imita una cascada, creando un ambiente relajante y elegante, por lo que se han convertido en indispensables en spas y baños de lujo. Por su parte, la grifería empotrada es una opción que ha ganado popularidad en los baños contemporáneos. Estos grifos se instalan dentro de la pared, dejando solo las manillas y el caño visibles, lo que da un aspecto limpio y minimalista. Son perfectos para quienes buscan un diseño moderno y desean maximizar el espacio en el lavabo. Pero si hablamos de tendencias, este año ha traído una paleta de colores en grifería que varía desde los metálicos clásicos y contemporáneos hasta opciones más personalizadas y únicas. Una mezcla de sofisticación, sostenibilidad y personalización, donde los colores juegan un papel clave. Así, los acabados metálicos continúan siendo populares, pero con variaciones que aportan modernidad y lujo a los baños. El dorado cepillado destaca como una opción elegante que añade calidez y sofisticación sin ser demasiado ostentoso. A su vez, el bronce envejecido y el cobre también ganan protagonismo, proporcionando un toque vintage que contrasta, de manera elegante, con baños contemporáneos. A su vez, el negro mate, que ya venía pisando fuerte en años anteriores, sigue siendo uno de los favoritos por su capacidad de crear un contraste estético muy elegante. Además, es ideal para aquellos que buscan un estilo minimalista o industrial, ya que combina muy bien con tonos claros o neutros en las paredes y el mobiliario. Mientras que el gris carbón ofrece una alternativa más suave al negro, manteniendo ese aire moderno, pero con un enfoque más sutil. Otra tendencia importante es el regreso de los tonos más naturales y orgánicos, como el níquel cepillado o el cromo satinado, que brindan una sensación de calma y serenidad. Se trata de tonos menos reflectantes y más suaves, pero que encajan a la perfección con el creciente interés por los espacios inspirados en la naturaleza, así como el cobre envejecido, el bronce o los tonos terrosos, que contribuyen a crear un ambiente cálido y acogedor, en excelente sintonía con la naturaleza. Por último, para quienes buscan algo fuera de lo tradicional, los colores personalizados y a medida están ganando popularidad. Desde acabados en tonos pasteles hasta opciones bicolores, los usuarios buscan nuevas ideas y propuestas para personalizar sus espacios, integrando la grifería en el esquema general del diseño de su baño. Elegancia e higiene De igual manera, el diseño minimalista sigue siendo una de las principales opciones a las que acudir en el momento de elegir una nueva grifería de baño. Los modelos de líneas limpias y diseños simples están orientados a aquellos usuarios que buscan un baño despejado y elegante. Este enfoque no solo crea una estética armoniosa, sino que también facilita la limpieza y el mantenimiento del baño. Asimismo, el empleo de materiales de calidad que garanticen la salubridad e higiene de los que están al otro lado es uno de los compromisos adquiridos por los fabricantes desde los años de la pandemia y que mantienen a día de hoy con los clientes. Se trata de modelos fabricados en latón libre de plomo, de líneas suaves, sin aristas, que impiden de la suciedad se adhiera a la pieza, o con plástico PET reciclado, más ligero que un modelo convencional, resistente a la humedad y muy fácil de limpiar. Pero si la elección de los materiales y el diseño del grifo es importante, las innovaciones en el sector no se han quedado atrás. La tecnología ha transformado el mundo de la grifería de baño al ofrecer soluciones que mejoran la eficiencia del agua y brindan un mayor confort al usuario. Una de esas innovaciones más destacadas es la grifería con sensores de movimiento, que permite activar el flujo de agua sin necesidad de tocar el grifo. Esto no solo mejora la higiene al reducir el contacto con superficies, sino que contribuye al ahorro de agua, ya que el flujo se corta automáticamente cuando no detecta la presencia de las manos debajo del sensor. Por otro lado, la preocupación por la propagación de los virus y bacterias de años pasados ha dado lugar a que los fabricantes sigan explorando nuevas vías para poder reducir el contacto, sobre todo en aquellas zonas de mucho tránsito de personas (estaciones, hospitales, gimnasios, hoteles, etc.). Diseños que, posteriormente, se extendieron al ámbito doméstico. Es el caso de la grifería con tecnología contactless, que ha revolucionado la higiene y la comodidad, ya que estos sistemas funcionan mediante sensores de movimiento o infrarrojos, activando el flujo de agua sin necesidad de tocar el grifo. Esto reduce la propagación de gérmenes y bacterias, mejorando la higiene personal. Además, este tipo de grifería también aporta un diseño moderno y minimalista, ideal para baños contemporáneos, a la vez que ofrece una solución sostenible, eficiente y segura en nuestro día a día. Lo ideal es optar por un modelo que se ajuste a nuestras necesidades diarias y que también complemente el estilo del espacio de baño

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