IMCB nº151

67 Los lavabos de acero inoxidable comienzan a ser cada vez más usados en los baños de los hogares que quieren darle un toque industrial a su estancia tiene por qué ser muy gruesa, de tal manera que el usuario cuenta con un mejor acceso al lavabo. Otros tipos de lavabos muy extendidos son los murales o suspendidos, es decir, los que van fijados directamente a la pared, a la altura que mejor convenga, y son ideales para baños pequeños, ya que liberan espacio en el suelo. Añaden ligereza al ambiente al dejar despejada la zona en la que iría el mobiliario o la encimera y algunos de estos modelos cuentan con un toallero en su frente o en su base. Este puede ser sustituido por un contenedor de almacenaje que queda en suspensión, siendo la mejor opción si no contamos con mucho espacio en el baño. Asimismo, una variante que está teniendo mucho auge es que el lavabo no se coloque justo en el centro, de tal manera que se reserva uno de sus laterales para los accesorios de higiene. En este sentido, existen referencias que poseen una ligera inclinación en su interior para contribuir a un correcto desagüe. A su vez, los de pedestal pueden decantarse por una estética más clásica, donde el pie y la base están claramente diferenciados, o una más moderna, como tótem, que se caracteriza por estar formado por un monolito en el que no se sabe realmente cuando empieza una parte y termina la otra, o semi tótem, en el que su base queda reducida a la mitad. Por lo general, los de tótem se presentan bajo un diseño cilíndrico, piramidal, cuadrado o cónico, luciendo una estética robusta, como la que le confiere la piedra natural, o asemejando una pieza de museo o extraída de un templo clásico, sobre todo aquellas que están diseñadas en mármol, reproduciendo sus vetas tanto en el interior como en el exterior. Cabe destacar que, en ocasiones, se deja la parte baja para las texturas, creando una sensación similar a como si la pieza hubiese sido tallada a cincel. Otros modelos poseen una estructura metálica e incorporan un lavabo en su base y debajo un contenedor de almacenaje, de tal manera que nos recuerdan el diseño de una palangana antigua. Estos tipos son conocidos como lavabo de consola y ofrecen un estilo más retro a la estancia, mientras que, si tenemos problema de espacio, mientras que los lavabos esquineros y angulares son, sin duda, los más recomendables. Por su parte, el lavabo exento de pie se compone, generalmente, de una columna más fina en su base y cuenta con una pileta de proporciones más generosas, como si fuese una copa de vino. El gusto por la geometría es más que evidente en los que van asentados en la superficie, ya que la grifería puede ir aparte o formar parte del conjunto, y carecen de rebosadero. A su vez, los modelos suspendidos de una sola pieza, en piedra o con materiales que la imitan, se adhieren a la pared y pueden incluir una o dos piletas. Y si bien de formato rectangular es la opción más repetida y extendida en los baños de los hogares de nuestro país, también se empieza a extender los lavabos de forma ovalada. Otra variante es aquella en la que la pieza se entiende como un módulo lineal, que incorpora una encimera integrada, y cuya armonía se rompe con dos saltos de altura en sus laterales, a modo de repisa, para ubicar ahí los distintos útiles de higiene. Y frente a estos modelos más tradicionales, algunas firmas comienzan a irrumpir en el mercado con modelos sofisticados, inspiradores y rompedores. Es el caso del conjunto modular en el que el lavabo, el bidé y el inodoro se dan la mano, pudiendo sumar al sistema una iluminación en el zócalo. Estos modelos, por lo general, están fabricados en material reciclable, como el acero inoxidable. Otro ejemplo rompedor es el conjunto formado por inodoro con lavabo suspendido, que dispone de un mecanismo que filtra el agua que procede del segundo para, posteriormente, ser reutilizada, de nuevo, en el inodoro. Una solución, sin duda, sostenible y que cuenta con un diseño muy innovador. En conclusión, elegir el lavabo adecuado para el baño es esencial para combinar funcionalidad y estilo, ya que debido a la amplia variedad de diseños disponibles es posible encontrar una opción que se adapte tanto a las necesidades del usuario como al espacio. Sobre todo, porque ya sea para un baño moderno o para uno más tradicional, seleccionar el lavabo correcto puede transformar por completo el ambiente, aportando comodidad y personalidad al entorno. <<Roca

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