9 <<Arrital que se entremezcla la vitrina de cristal con las duelas verticales de madera, consiguiendo crear un efecto casi hipnótico. Un sistema de columnas que tuviese en su parte central un mecanismo de puertas que se abriese o cerrase para acceder al fregadero y a los módulos de almacenaje sería una propuesta útil, a la par que funcional. Por su parte, Scavolini juega con la geometría remarcando las puertas, los cajones y las columnas con un perfil de aluminio en color antracita o titanio, dando la sensación de que la instalación en su conjunto responde a un sistema de bloques apiñados que dan forma y sentido a la cocina. Líneas horizontales, verticales, huecos abiertos y cerrados, colores más intensos con otros más claros... Todo cobra sentido cuando está unido. Arredo3 introduce la puerta de vidrio, creando contraste con el resto de elementos y aligerando la composición a través de la incorporación de armarios en columna o muebles suspendidos con frente transparente o ahumado. En ocasiones, la vitrina puede lucir un cristal con efecto acanalado, semitransparente, o reservarse para la parte frontal y central de la isla, guardando en su interior las botellas o la vajilla. Y Doimo Cucine sitúa en el centro de la composición una isla con una estructura metálica que sobresale de uno de sus laterales, actuando como mesa y, en su diseño final, como estantería, mientras que el extremo opuesto se refuerza con otra estantería. Mil y una posibilidades En un mismo escenario encontramos las puertas enmarcadas con las lisas, muebles bajos o superiores con tirador y el resto del mobiliario sin tirador visible. Los armarios en columna añaden huecos para que los elementos permanezcan a la vista o puertas correderas o abatibles que esconden tras de sí el fregadero, el mueble desayunador y hasta una despensa o bodega. Cualquier combinación está admitida: módulos abiertos o cerrados, baldas, estanterías, vitrinas en todas sus formas, tiras de luz que se integran en el mobiliario o dentro de este para crear una atmósfera más acogedora, cajones, compartimentos secretos... Tampoco se queda corta la distribución: en línea, en paralelo, con isla en su parte central, con un sistema o estantería divisoria entre cocina y salón, en formato ‘U’ o en ‘L’, etc. Las estructuras metálicas se adueñan del habitáculo, incluyendo estanterías que van del suelo hasta el techo, añadiendo patas a la isla, como un refuerzo de la misma en el que almacenar lo que se desee o a través de la campana extractora suspendida. En otros modelos, una estructura de aluminio modular con iluminación incorporada aparece coronando la isla que, además de proporcionar luz durante las tareas de cocinado o lavado, sirve para guardar o tener a mano los útiles de cocción. La isla puede presentarse como un imponente monolítico, revestirse de madera o introducir este material con suavidad mediante una mesa, un adorno o colocando una estantería en uno de sus rincones. Esta también puede ser metálica. A su vez, la madera aparece en los frentes de la isla o del mobiliario, en las mesas o barras snack, en las estanterías, fusionándose con otros materiales como la piedra, el vidrio, el aluminio o el mármol. El color deja de ser blanco o negro, dando pie a la combinación de tonalidades dispares como el verde con el marrón, el azul oscuro con el marrón, el verde agua con el gris y los detalles en negro, así como el gris más claro o el marrón con los detalles en negro. Está permitido revestir con un color llamativo como es el naranja o el verde azulado el lugar en el que van a ir colocadas las estanterías o el fondo de las vitrinas. Lo sobrio está de moda, pero en vez de decantarse por lo monocromático, se combinan colores más claros u oscuros que guarden similitud entre sí. Los claros y los oscuros están más que justificados cuando se trata de muebles o de encimeras. La naturaleza aparece visible de varias formas posibles, con el uso de colores y materiales que nos recuerden a elementos que aparecen en el entorno, con la selección de materiales reciclados, reciclables y respetuosos con el medioambiente para la producción del mobiliario. En cuanto a la luminosidad, se consigue mediante los muebles claros, las vitrinas iluminadas, el salpicadero y la encimera blanca con vetas visibles. En esta línea, las cocinas de acero con acabado espejo de Abimis son una excelente opción cuando se quiere generar un juego de luces y reflejos en el momento que la luz incide sobre el mobiliario. Al estar fabricadas en acero inoxidable pueden ser trasladadas al exterior del hogar, pudiendo soportar altas temperaturas, rayos UV y ubicarse cerca de una piscina o del mar. Son personalizables en cuanto a medidas, distribución y acabados, decidiendo también si se quiere completar con un tirador o no. A su vez, ARAN Cucine inserta las luces led empotradas en los paneles del mobiliario para darle un toque moderno y sugerente a la estancia. En su catálogo cuenta con un módulo con estructura de aluminio negro mate, luz led y ruedas para facilitar su transporte y colocación al aire libre. Está equipado con un fregadero, una placa de cocción con una encimera de madera de teca natural, que dispone de espacio suficiente para la preparación y elaboración de los alimentos, así como una balda inferior para tener a mano los recipientes de cocción y la vajilla. El color deja de ser blanco o negro, dando pie a la combinación de tonalidades dispares como el verde con el marrón
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