IMCB nº153

10 mizan y resultan más eficientes. A mayores, cabe decir que “el mueble se taladra siempre de la misma manera y el fabricante puede decidir más tarde qué solución prefiere montar. No es necesario realizar ningún trabajo en la base del cajón, y la posición del taladrado del frente, así como la fijación frontal, son siempre las mismas”, señalan desde la compañía. Continuando con la idea de mostrar ligereza y sensación de limpieza visual, los sistemas de puertas para armarios que se abren después de aplicar una pequeña presión, deslizándose suavemente y cerrándose al toque, contribuyen a que el espacio disponible sea mucho más flexible. Es lo que propone el fabricante austriaco con REVEGO: se crea una nueva dimensión y profundidad al mostrar en su apertura lo que hay resguardado (un mueble desayunador o la encimera de la cocina, etc.), quedando las puertas recogidas en el interior del compartimento estrecho. Una vez cerradas, su interior queda oculto, como si nada hubiese pasado. Su montaje es igual de sencillo, ya que es suficiente con “colocar los pockets, alinearlos y fijarlos, instalar las puertas y los soportes de deslizamiento, ajustar y listo”, informan. Esta visión panorámica se traslada al mueble alto gracias al sistema de puertas plegables WingLine L de Hettich, obteniendo una mayor accesibilidad y control de lo que hay almacenado a través de un deslizamiento silencioso y una apertura rápida y al toque. Ocupar el menor espacio posible es la máxima, sobre todo cuando los centímetros habitacionales son escasos, y estos mecanismos ayudan a elevar la funcionalidad en los armarios altos. Es aquí donde se encuentran referencias tan prácticas como la que propone Blum con las puertas AVENTOS, que emplean compases abatibles para que su apertura y cierre resulten más cómodos, poniendo en marcha su coreografía al plegarse, girarse, elevarse o abatirse de forma suave y silenciosa, según el modelo elegido, y escondiendo detrás de su tapa los herrajes. Cuando está abierto, el usuario tiene a golpe de vista lo que precisa sin obstáculos de por medio. La personalización sale del cajón El almacenaje está servido en el entorno culinario y se materializa de todas las formas y maneras posibles. Lo vemos en el mueble desayunador, en la despensa, en las columnas, muebles bajos, estanterías, módulos abiertos, vitrinas y en los cajones. Estos últimos llevan la voz cantante esta temporada: crecen en amplitud y en altura, al igual que en la manera en la que tienen de presentarse al usuario. Los veremos a través de un modelo extraíble, apilable y con diferentes formatos, más estrechos o más amplios, en los armarios despenseros en los que encontrar cómodamente lo que se busca y mantener el orden, bajo un modelo con frente macizo, en su versión metálica, con cristal en sus laterales, con aberturas en sus laterales y en su frente, entre otros. En los módulos bajos se replica un poco esta idea colocando varios cajones unos encima de los otros, pero con un toque más personal. Prueba de ello son los cajones Nova Pro Scala de Grass, que incorporan los perfiles de Dekton® de Cosentino para una propuesta decorativa más personalizada, consiguiendo un toque diferenciador en su mobiliario. Como se trata de dar servicio al usuario para que este almacene los útiles de cocinado con comodidad, el especialista en herrajes ofrece el cajón Vionaro V8, caracterizado por contar con un grosor de 8 milímetros, dando lugar a “laterales de cajón más delgados que nunca, fabricados con acero 100 % reciclable”, señala. Sus laterales son personalizables, pudiendo colocar, “en lugar de cristal, madera, aluminio, cerámica, con impresión o sin impresión”. Estas piezas, además de aumentar o reducir sus dimensiones a lo ancho, lo pueden hacer en altura, contribuyendo a optimizar el almacenaje de recipientes voluminosos, botellas o productos de mayor tamaño. También están preparados para soportar más carga. Una vez en su interior, la luz se abre paso para mejorar la visibilidad en esta área, añaden bandejas de ordenación, organizadores de cuchillos y hasta pueden contener enchufes en los que recargar los dispositivos, como teléfonos o tablets. Los cajones llevan la voz cantante esta temporada: crecen en amplitud y en altura, al igual que en la manera en la que tienen de presentarse al usuario <<Salice

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